En anteriores ocasiones me he referido al genio Ludwig Von Beethoven, en conmemoración del 250 aniversario de su nacimiento. Sin embargo, esta vez quiero tocar el tema de una de las grandes obras del no menos genio, o aún más, Wolfgang Amadeus Mozart, y me refiero a la ópera Don Giovanni.

Francisco Javier Escamilla
En esta ocasión voy a continuar con la relación de ventajas que, a mi entender, ofrece la educación a distancia, aquella que no requiere que el estudiante esté físicamente presente ante un profesor, para poder aprender tal o cual materia.
Hace apenas unos dos años yo defendía la posición de que el futuro de la educación radicaba en apoyarse en las tecnologías de la educación y la comunicación, es decir, en la educación a través de internet “educación a distancia”.
Alguien me preguntó ¿Cuáles son tus sueños? “Mis sueños raramente los recuerdo” fue mi respuesta. Tal vez la pregunta debió ser ¿cuáles son tus proyectos? Ah, en este caso existen muchas posibilidades de respuesta, pero esta pregunta es la que me llevó a escribir mi colaboración de esta semana.
Para continuar con la conmemoración del 250 aniversario del nacimiento de Ludwig Von Beethoven, esta vez voy a comentar algunas anécdotas que se cuenta sucedieron durante algunos momentos de la vida de este genio.
Recién terminé de leer la Trilogía de Aléxandros, escrita por Valerio Massimo Manfredi, profesor de arqueología clásica de la Universidad Bocconi de Milán. Por supuesto nos relata de manera novelada la historia de uno de los hombres más prominentes de la historia de la humanidad: Alejandro Magno.
En semanas anteriores les he platicado acerca de la vida y la música de Beethoven, conmemorando los 250 años de su nacimiento; también les hablé sobre los deliciosos y magníficos conciertos de Brandemburgo, de Bach.
Quiero referirme a la etimología y algunas acepciones que se han dado al vocablo HOMBRE. Por referirse a nosotros mismos, la palabra hombre posee diversas interpretaciones semánticas y es fuente de una numerosa familia de palabras.
En estos días que nos hemos podido relajar un poco me puse a escuchar, y a disfrutar de los Conciertos de Brandemburgo, escritos por encargo de Christian Ludwig, Marqués de Brandemburgo. Son un conjunto de obras, tal vez, más impresionantes de la época barroca, trataré de describirlas un poco.
Siempre, detrás de un famoso existe gran cantidad de anécdotas, mitos y leyendas. Con el tiempo es difícil dilucidar hasta donde es verdad lo que se cuenta, lo digo porque estaba contemplando unas litografías de una de las pinturas más famosas de Van Gogh: “Noche estrellada”.