Me platicaban este sábado un par de amigos el calvario que vivieron porque su pequeña de cinco años se infectó de COVID, las calenturas, la congestión nasal y la terrible tos que sufrió durante una semana a pesar del tratamiento médico que tuvo desde el primer síntoma, un dolor enorme para los pequeños y los padres que no tienen por qué estar viviendo estos escenarios.

José Elías Nader Mata
En noviembre pasado, aprovechando uno de los puentes vacacionales, me fui unos días al paradisiaco puerto de Acapulco, uno de mis lugares favoritos desde que era adolescente cuando me escapaba con mis amigos para aplicar la del hotel “Camarena” y las latas de atún que llevábamos desde casa, momentos llenos de magia, recuerdos nostálgicos y por los que este puerto siempre será de mis lugares favoritos a pesar de los momentos complicados por los que atraviesa por culpa de los malos gobiernos y el crimen organizado.
Viernes de todo se vale, como lo decía mi querido amigo periodista que en paz descanse JESÚS RUÍZ, que con esa frase nos conminaba a que teníamos que comer en nuestra tradicional cantina La Luz y echarnos unos tequillas para hablar de política, del gobierno, de la revolución intelectual, de las decepciones amorosas y obviamente de nuestro mediocre pero apasionante futbol nacional.
En estos momentos donde el pueblo mexicano debe estar bien informado de lo que pasa en nuestro país, nuevamente se viene un ataque a la Libertad de Expresión y al Derecho a la Información por el proceso de la revocación de mandato, después de que el Instituto Nacional Electoral anunció que con base al artículo 35 de la Constitución se suspende la difusión de toda la propaganda gubernamental de cualquier orden de gobierno en los medios de comunicación, incluyendo el internet, redes sociales y contenidos impresos, destacando que solo se permiten campañas de servicios educativos, salud y protección civil en casos de emergencia.
Una de las épocas más especiales en mi vida fue cuando tuve la oportunidad de ser dirigente de la manada en los scouts, y por manada me refiero al nombre que se les da a los pequeños con quienes pude estrechar lazos especiales a través de campamentos, excursiones, juegos y demás vivencias que desde mis 18 años me dejaron en claro la importancia de formar a los niños en entornos sanos, positivos y felices.
Ayer platicaba con mi querido amigo EDIN BARRIOS que desde Madrid me comparte los análisis y visiones que tienen de nuestro país en el viejo continente y donde abarcamos temas políticos, de gobierno, sociales y no se diga del bendito futbol nacional que ahora atraviesa por una crisis deportiva enorme.
Muchos de los cambios históricos de la humanidad han sido impulsados cuando las sociedades se han cansado de las injusticias y vejaciones, aquellas que son capaces de sacar el coraje de cualquier persona cansada de ser abusada, insisto, algo que nos ha dado cambios históricos, guerras o revoluciones.
Tuve amigos cercanos y queridos que perdí en medio de la pandemia, muchos de ellos con los que hablé días antes de que ingresaran a un hospital para no volverlos a ver, de hecho, también tengo amigos que perdieron a sus padres, hermanos o demás familiares por culpa de este virus que ha sido trágico en todos los sentidos.
Después de dos años dando clase a los alumnos a través de una pantalla, por fin se anunció que nuestra querida Universidad Autónoma del Estado de México iniciará clases el próximo 1º de febrero de manera presencial, una noticia extraordinaria para miles de jóvenes a los que por muchas razones les urge regresar a las aulas para aprender con mayor precisión.
El crudo invierno en el centro del país no ha sido un buen aliado en estos tiempos de pandemia y de aumento de contagios por la variante Ómicron, algo que se ha reflejado en los hospitales del Estado de México en donde ha aumentado la ocupación hospitalaria de pacientes positivos a COVID-19.