México firma la Declaración de Productores Agrícolas

Los Ángeles.- En el marco de la Cumbre de las Américas, México, Argentina, Brasil, Canadá y Estados Unidos firmaron la Declaración de Productores Agrícolas a través de la cual se comprometen a tomar medidas a corto plazo con el objetivo de ayudar en la estabilización de los precios de los alimentos y maximizar de forma sostenible los rendimientos agrícolas, así como construir sistemas alimentarios mundiales más resilientes, seguros y sostenibles para el futuro.
En el documento dado a conocer este martes, los gobiernos de estos países manifiestan su apoyo a los otros más de 80 países que han respaldado el Llamamiento a la Acción de la Hoja de Ruta para la Seguridad Alimentaria Mundial publicado en la Reunión Ministerial de Seguridad Alimentaria Mundial, celebrada en las Naciones Unidas el 18 de mayo e instaron a las naciones que aún no han respaldado la Hoja de Ruta a que lo hagan.
“La inseguridad alimentaria es un problema mundial creciente que no respeta las fronteras internacionales. También está históricamente asociado con la pobreza y la inestabilidad social, económica y política. Como países que sirven como principales exportadores de alimentos y hogares de agricultores que alimentan al mundo, es tanto en nuestro interés como en una parte central de nuestros valores tomar estas medidas para prevenir el hambre, la malnutrición y la pobreza en todo el mundo, así como para hacer inversiones en sistemas agrícolas y alimentarios mundiales más resilientes e inclusivos, que apoyen el desarrollo rural y contribuyan a la paz en el mundo”.
En la Declaratoria reconocen que, como principales exportadores de insumos agrícolas, pueden desempeñar un papel trascendente para fortalecer la seguridad alimentaria mundial.
“En un momento en el que casi una de cada tres personas en todo el mundo no tiene acceso a alimentos adecuados, asequibles y nutritivos, las interrupciones del suministro interrumpen aún más el comercio de cereales, maíz, aceite de cocina e insumos agrícolas clave como semillas, fertilizantes y combustibles refinados. Al mismo tiempo, el cambio climático ha intensificado los fenómenos meteorológicos severos y los ha hecho más frecuentes. El cambio resultante en los patrones de precipitación en todo el mundo amenaza el rendimiento de los cultivos, lo que hace que la agricultura sea más difícil, especialmente a medida que el mundo sale de la pandemia de covid-19. Los altos precios de la energía y los fertilizantes son una limitación adicional, lo que dificulta la práctica de la agricultura de manera rentable y aumenta los precios mundiales de los alimentos para los consumidores, lo que exacerba aún más la inseguridad alimentaria mundial”, se expone.
La Declaración de Productores Agrícolas de la Cumbre de las Américas contempla siete acciones a llevar a cabo, las cuales no promover las mejores prácticas para impulsar el rendimiento de los cultivos, la producción agrícola y el comercio: “tenemos la intención de trabajar con agricultores de todo el mundo para tomar medidas para mejorar los rendimientos sostenibles de los cultivos y mejorar la producción agrícola sostenible”.
También, maximizar el suministro de alimentos y mejorar el comercio y el transporte de alimentos dentro de los mercados mundiales: “un flujo constante y predecible de diversas exportaciones agrícolas de los principales países productores al mercado mundial puede ayudar a mantener la estabilidad de precios, reducir las perturbaciones y proyectar calma sobre los mercados de productos básicos. Por el contrario, el pánico por la escasez y los aumentos de precios, el acaparamiento y el almacenamiento excesivo, y las prohibiciones de exportación pueden crear un círculo vicioso que contribuya a la inseguridad alimentaria mundial”.
Adicionalmente, calibrar las sanciones, cuando corresponda, y trabajar para evitar otras restricciones, como las prohibiciones de exportación, para limitar el impacto en el comercio de productos básicos agrícolas y evitar perturbar los mercados.
“Tenemos la intención de garantizar que los regímenes de sanciones nacionales de nuestros países no se centren de manera inapropiada en los alimentos y tomar todas las medidas apropiadas para evitar las prohibiciones de exportación y otras restricciones económicas que podrían interferir indebidamente con la libre circulación de productos básicos agrícolas en todo el mundo”.