Discursos de diversidad sexual, dependen de la visión de quienes están en el poder: Benhumea

Toluca, Méx.- Los discursos dominantes y decisiones políticas sobre la diversidad sexual registradas a lo largo de la historia del país dependen de la visión de quienes están en el poder, afirmó la académica Belén Benhumea Bahena, en la Universidad Autónoma del Estado de México.
En el marco del Día Internacional contra la Homo-Lesbo-Bi-Transfobia, la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UAEM realiza la Primera Jornada Estudiantil sobre Diversidad Sexual y de Género, cuyo programa está conformado por conversatorios, conferencias, presentaciones de libros y proyección de películas, con el objetivo de generar espacios de discusión, reflexión e información libres de violencia y discriminación
Durante el acto inaugural, Benhumea Bahena participó en el conversatorio “Miradas sobre lo diverso desde nuestros contextos”, con la ponencia “Historia y diversidad, diversidad en la historia”, mediante la cual hizo un recorrido histórico social de cómo se conceptualizan las masculinidades.
La investigadora refirió que hasta la década de los sesenta el pensar las masculinidades tenía una perspectiva completamente patriarcal que invisibilizaba a la mujer y al hombre con preferencias sexuales diferentes a las tradicionales.
En ese contexto, indicó que aunque las mujeres y la homosexualidad existen desde la presencia del hombre mismo en la tierra, la manera en cómo se cuenta o registra su historia depende de una perspectiva patriarcal, militar y religiosa en la que se exacerban las características de lo que es ser hombre y lo que no lo es.
Es hasta 1980, señaló, cuando inició la investigación académica y el estudio de las masculinidades con perspectiva de género y compartió la historia del primer coronel transgénero en México, Amelio Robles, quien incluso combatió al lado de Emiliano Zapata.
Belén Benhumea Bahena sostuvo que Amelio Robles nació como mujer bajo el nombre de Malaquías Amelia de Jesús y los registros sobre su vida indican que Zapata la nombró coronel; sin embargo, cuando Obregón tomó el mando de las fuerzas descendió su nivel militar a sargento, quizá como consecuencia de una cuestión de género.