Rastros de cristalazos, zona de cuidado en Carranza y Matamoros, aseguran automovilistas

Toluca, Méx.- En las cercanías de una de las zonas más concurridas en su mayoría por estudiantes de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM), de las facultades de Antropología, de Planeación Urbana y Regional, así como del Gimnasio Adolfo López Mateos y Prepa 1, del mismo nombre, tienen entre sus banquetas los rastros de cristalazos, huella que da desconfianza a los que dejan por un momento sus autos estacionados y en instantes se convierten en víctimas de robo.
Algunos de los conductores estacionados por la zona, comentaron de desafortunadamente, este tipo de acciones se ven de manera muy constante, sobre todo después de las 18 horas, tiempo en el que la luz del día comienza a disminuir y con ello, el paso cada vez menos consecutivo de gente, que trata de evitar pasar por los espacios por temor de que sean víctimas de algún asalto o les toque ver su auto con al menos un cristal roto y sin sus pertenencias.
Los conductores que a fin de proteger un poco sus pertenencias, se quedan al interior de los vehículos, platicaron que desafortunadamente, este tipo de situaciones se repiten en distintas zonas del centro de Toluca y a todas horas del día, pero sobre la avenida Venustiano Carranza y en Mariano Matamoros, esto se repite de manera consecutiva, por lo que ante la desconfianza prefieren esperar al interior de sus autos, ya sea para recoger a sus hijos que asisten a los espacios ubicados en estas cercanías.
Aseguran que el cambio de un cristal roto va desde los 800 hasta los mil 500 pesos, dependiendo si el auto posee un seguro, el cual, cubre al menos el 50 por ciento de estos costos, pero en el caso de no tenerlo, el gasto corre a cargo de los dueños, esto sin contar lo robado, que en múltiples ocasiones es de maletas, equipos electrónicos, de oficina o herramientas del mismo auto, lo que incrementa más las pérdidas.