PIB o no PIB, ese es el dilema

La columna de hoy es para analizar qué tan mal o no, esta López Obrador sobre “sus datos” que revelan que no se puede medir el bienestar con el PIB, porque es supuestamente una medida “neoliberal”.
El PIB es la producción total de una región, regularmente un país, dentro de esa región o territorio por un periodo cierto. Hasta ahí está todo bien, es una medida estandarizada a nivel mundial, que mide la capacidad de producción de un país o la cantidad de bienes y servicios que genera una población; esto les otorga a los economistas una idea de las posibilidades de inversión ya que quiere decir que un dólar invertido en un país crece más que en otro (digamos en términos muy generales).
Simon Kuznets premio Nobel de Economía en 1971, generó este dato para saber en un dato agregado todo el bienestar que genera una población, pero John Keynes (el famoso economista capitalista) modificó los datos que se agregan a este dato PIB, para conocer todo el ingreso que puede generarse para diversos fines, incluidos ahí, el financiamiento de la guerra. (“Economics with subtitles” de BBC Radio 4).
Como este dato PIB se tenía a la mano para observar la recuperación de los países devastados por la 2ª guerra mundial, se ocupó para monitorear su bienestar, de esta forma se hizo popular y fue referente para todo el mundo. Pero en esa producción está incluida la venta de armas, la venta de algunas drogas ilegales (en México) y no considera los productos derivados del reciclaje ni el bienestar. Es decir, existe una crítica, incluso a nivel internacional, que el PIB debe cambiar para que el bienestar sea incluido en la ecuación, porque actualmente digamos que una construcción de una casa, vale lo mismo si es de tabicón, ladrillo o pet reciclado.; vale lo mismo un viaje en metro del DF bonito pero no tan puntual, que el metro de Chicago donde vas dando brincos y es puntual, o el shinkansen en Japón. Es decir, no se manifiesta el bienestar o la calidad del servicio, ni la implicación ecológica. Actualmente una empresa que despida injustificadamente a miles de empleados, si ellos demandan, se genera un avance en el PIB por el servicio de representación legal, y al mismo tiempo, que Coca Cola recicle sus envases no genera nada al PIB.
En pocas palabras, lo que dice López Obrador resulta medianamente cierto porque el PIB es una medida que no manifiesta el bienestar otorgado a la población, sin duda es algo que debe cambiar, sin embargo, la media certidumbre que comento, es que no puede México cambiar un sistema económico de buenas a primeras, podrá impulsar el cambio, pero es absurdo que llegues a jugar “Turista” a la casa de tus primos y tratar de imponer reglas que no están en el instructivo.
Lopez Obrador y muchos de sus seguidores defienden su dicho con los argumentos que aquí comento, pero el absurdo no está en la crítica, sino que critiques cuando te va mal en juego. Es tal como si llegando el primer día de trabajo, no estés de acuerdo con el horario que ya hasta habías firmado.
El PIB comunica a nivel internacional las cantidades, no cualidades. Incluso es el PIB el que define la cantidad estimada de impuestos que realizan las cámaras de legisladores para estimar el presupuesto. Lo que no sabe López Obrador es que ya hay índices que nos clarifican la calidad de vida, como el Progress Index, donde por cierto se mide la gobernabilidad, que incluye la relación entre la cantidad de delitos respecto a sus condenas, que por cierto en México es cercana al 1%.
Igual y no estaría mal que el congreso busque la forma de empezar a estimar los impuestos de acuerdo al bienestar otorgado, podríamos empezar por ahí, así sabríamos si nuestro gobierno otorga o no, el bienestar que pregona. López Obrador debería empezar por él mismo, se le olvida a veces que ya no es oposición crítica sino gobierno criticable y es su hora para cambiar lo que quiera en bien de todos.
Así que mejor no le mueva mucho López Obrador porque, aunque el PIB no le gusta, es el PIB el que mueve al mundo y ojalá que se quede así, porque si empezamos a observar otro índice que realmente mida el bienestar o la distribución de la riqueza, les informo que no hemos avanzado en 10 años en el Better Life Index de la OCDE, incluido ahí su último año que estuvimos a la baja. Así, que mejor exijamos que publique sus datos o que en vez de criticar, se ponga a actuar.