EN LUGAR DEL “BUEN FIN” DEBERIA DE SER EL “BUEN FIN DEL AHORRO”

Las telas de la araña ya están tejiendo, ya se afilan las uñas, garras y colmillos los empresarios en el próximo mes que ya lo tenemos en puerta para la “nueva edición del Buen Fin”, que se tiene programado del 15 al 18 de noviembre próximo y que de una forma insulsa pretenden que habrá por lo menos un aumento en ventas con respecto al dos mil dieciocho de un veinte por ciento, o sea ilustre lector cuidado que ahí viene la guillotina!.
Parece al final de cuentas que los mexicanos no entendemos, nos han estado ensartando en este anzuelo ya por mucho más de una década, y no vemos lo que le sucede a nuestra ya de plano pobre y jodida situación económica familiar.
En altísimo porcentaje se ha analizado que es lo que más se compra en estos días maquillados como buen fin, y todo es de lo más insulso, muebles, llantas, aparatos electrónicos y de ultra última tecnología, en síntesis que al final de cuentas yo no digo que no se vayan los ojos con lo que se oferta, pero eso nada tiene que ver con que sean cosas vitales.
Y en donde se encuentra el gancho más espeluznante que existe, y del que nos cuelgan por años, en los créditos, en esos meses sin intereses que ya no son solamente de doce meses, ni de veinticuatro, ni treinta y seis, sino ya hasta de cuarenta y ocho meses o meas, lo que es lo mismo que mínimo cuatro añotes nos la vamos a pasar pagando algo que se adquirió y que cuando se termina de pagar es algo ya inservible u obsoleto, éste último rubro en el caso de la tecnología.
Muchas personas comentan que si no compran de esta forma, pues no se pueden hacer de ciertos aparatos u objetos que con esta oportunidad si logran tener, pero claro quieren las cosas más caras, con “módicos pagos”, pero haciendo la simple suma aritmética de primera vemos que al final de cuentas en ocasiones se pagan hasta tres veces el costo del mismo.
Tan sencillo que sería una ideología de: “si me alcanza con lo que tengo me lo compro, si no, pues simple y sencillo, no”, si no nos alcanza para el ultra celular que queremos o la pantalla extrema, pues ahorro, me espero y cuando halla la oportunidad la adquiero, pero que es lo que en México no se tiene, es la cultura del ahorro, eso es algo de lo que carecemos.
Desde hace cientos de años a los pobres mexicanos y digo pobres no de pobreza económica, sino por estar en las manos de explotadores que siempre les robaban as miserias que “ganaban”, nada más recordemos las tiendas de raya que se dieron desde la época de la colonia hasta pasada la revolución mexicana, y con esa ideología nos hemos quedado.
Lo que le duele hasta el hígado tanto a los gobiernos como a los empresarios es que la sociedad no gaste, que lo que tiene se lo guarde y ahorre, eso para es algo que a ellos les convengan, lo que sí es que lo poquito que tenemos en los bolsillos lo gastemos en lo que sea pero gastar y quedarnos sin un peso tronchado en la bolsa, para seguir siendo esclavos no de minas, no de complejos agropecuarios, no de explotados por ellos mismos físicamente, sino ahora ya de una forma más sutil a través de la economía, ya que es la nueva forma de los imperios.
Nada vean lo que dijo alguien que sabe “poquito” del tema como lo es Gerd Weissbach, director general de América Latina y el Caribe de la fundación de cajas de ahorro de Alemania, esto lo afirmó en un encuentro de esta fundación: “Los mexicanos no necesitan de un Buen Fin, sino de un día del ahorro donde se haga énfasis en cuentas y no en deudas, ya que lo que se busca es impulsar lo contrario al Buen Fin, que la finalidad no sea ahogarse en el crédito, porque es mucho más eficiente y sano consumir con el dinero ahorrado, esto sería de una forma sana, no con algo que no tenemos”.
Diversas fórmulas existen como lo es las tandas del bienestar, y con otras dependencias para llevar nuestra experiencia social como parte de uno de los grupos financieros más grandes, intentando transmitir la experiencia donde una organización que cuenta con academias y universidades, brinda apoyo, bajo un mandato dual por ley, donde se trabaja y se capacita al mismo tiempo y se trabaja de cerca con gobiernos y organismos internacionales, y esto en México se logra a través de la llamada cultura financiera.
Pero tan solo veamos en todo lo que es el gastadero que siempre tenemos aparte del idiota y asfixiante Buen Fin, gasto navideño y todo lo que conlleva, gasto en la tonta y absurda semana santa, gasto de emborracharse en el Día de la Independencia, gasto en Halloween, las ventas nocturnas, tiendillas que mienten y venden descuento sobre descuento, los estadios de futbol principalmente que cobran lo que se les pega la gana, algunas ocasiones hasta los dichosos “días de club” que duplican los precios, y en logar de que proteste la afición dejando el estadio vacío, se llena pletóricamente, nos moldean como arcilla, todos queriéndonos arrancar lo poco que ganamos, con la miseria de salarios que prevalecen en este jodido país y porque es un jodido país, porque nuestro presidente ha metido eso en la cabeza a todos los mexicanos, que estamos jodidos y se la hemos creído
Palabras más palabras menos, y claro con el conocimiento de este personaje, pero al final de cuentas es eso, sería en lugar de un “Buen Fin”, dice que un día de ahorro, pero porque no pensar en un “Buen Fin de Ahorro”: HASTA AQUÍ MIS LINEAS…
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