“Si dices que no puedes, estás restringiendo lo que puedes hacer o harás” Michael Phelps

…y ahora resulta ¿no? muchos mezclan -o tratan- los diferentes puntos de vista en torno al deporte mexicano y su impacto a nivel global con el factor gubernamental en sus tres diferentes órdenes. Algunos tienen un punto de vista asertivo y empático, otros solo se limitan a seguir siendo borregos y cuidar su salario y se vuelven aspiracionistas, cuidan suelas y lamen botas y están aquellos -los menos- que sugieren, que impactan, que promueven, que se solidarizan y ayudan, ofertan servicios de calidad y con base en sus estructuras formativa y familiar, desechan lo malo y abren el panorama para un mejor día siguiente…aunque éste, no se pinte como uno quisiera.
Es abominable cómo muchos “expertos” en la materia destrozan los sueños y las hazañas de pequeños y grandes del deporte, o bien, como ensalzan lo que no debería ser y les dan vuelco a sus osadas ideas de bajes, de falta de preparación, de sólo limitarse a una disciplina sobre todo del futbol y olvidar muchas otras. Sin embargo, eso a ellos los mantiene con esperanza de vida, pero el resto de la afición ya no se cree ni tantito sus sandeces, sus petardas y reiterativas frases y sus desgastados discursos de año del caldo o bien las aventuras imaginarias que -dicen- podrían suceder. Enseguida están las pseudo autoridades deportivas en diversos organismos que únicamente viven de imagen en su elegibilidad deportiva y que, como “dirigentes” hacen que cada vez se pierda más la esperanza de tener el deporte que soñamos, por eso tenemos el que merecemos, porque, para empezar, hay quienes se sientan a la mesa de trabajo con la incertidumbre de saber si serán atrapados en su falta de preparación y condiciones para saber llevar un barco a buen puerto.
Por ejemplo, en el estado de México es muy común apreciar y saber que existen “compromisos” y compadrazgos que surten efecto redentor para poder ocupar, aunque sea un lugarcito en cabildo o bien en el deporte. Vaya faramalla y oscurantismo se nota cuando se sabe quién es quien a la hora de los nombramientos. Unos cuantos llevan al cabo no solamente carreras pedestres y clases zumba, sino que se ponen a trabajar en serio y se despojan de su inmadurez y se cubren y protegen con gente que sabe trabajar y hacer bien las cosas, y en su planeación estratégica destaca la promoción, fomento y difusión de programas deportivo y de actividad física para elevar el tejido social y las políticas públicas en dicha materia, la detección de talentos, el encausamiento de niños y jóvenes que aspiran a un lugar en la gloria deportiva nacional y de forma inmediata en el internacional. Atrás quedaron esos semilleros en cada región y rincón de la entidad y quizás de gran parte del país, pero solo aquellos que de verdad trabajan y se destacaban entre los demás y no únicamente posan para las fotos, son quienes deben ser reconocidos, porque en este México en el que vivimos parece que el deporte también está pintado con otros tintes y eso no debe ser.
De quienes trabajan y lo hacen bien y bonito, hay que destacarlos, por ejemplo, la muestra acaba de ocurrir este fin de semana en plena explanada del zócalo capitalino, que se tiñó de un hermoso batallón de mexicanos soñadores, deportistas o no, al fin de cuentas amantes del pugilismo y quienes en aras de darle rienda suelta a su imaginación y responder a un llamado deportivo, acudieron enfundados en tonos verde, blanco y rojo a ser capaces de romper un récord mundial: el de una clase masiva de box. Resultado: logrado y con creces.
No sé cuántas personas de pie o sentadas puedan caber en la explanada, lo cierto es que ahora fueron poco más de 14,000 y con ello le dieron al clavo para que la capital del país esté en los registros de los récords Guinness al superar fácilmente los más de 3 mil que habían estado en una sesión similar pero en Rusia, lo que hace suponer más allá de características partidistas y apartidistas, de condición social y económica, que cuando se quiere se puede y el vínculo número uno sin duda seguirá siendo el deporte. La actividad consistió en que cada participante desde su posición, realizara boxeo de sombra y en gran parte aprendieron los movimientos jab, cruzado, upar y gancho. Los campeones Mariana Barbie Juárez, Ana María Torres y Rey David Picasso se encargaron de impartir la clase.

¡Híjole! Bastaron 30 minutos de sesión para detectar que la fortaleza del deporte traspasa cualquier barrera y la muestra estuvo bien, de hecho magnífica, aunque valdría la pena destacar que a pesar de que muchos se cuelgan el milagrito de tener a tanto mexicano ahí y lo toman con aspiraciones politiqueras, no se debe olvidar que el fotógrafo Spencer Tunick, llegó a tierras mexicanas para captar a una multitud de hombres y mujeres desnudos en la misma, y el registró estuvo cercano a los 20 mil mexicanos que atendieron SU llamado y llenaron el Zócalo. ¿Qué quiere decir esta comparación? Que en el 2007 hombres y mujeres de todo tipo se despojaron de TODO y fueron fotografiados por el placer de ser; hoy, acudieron a un llamado en la búsqueda de la esperanza de un deporte de contacto, ríspido, rudo y hasta peligroso pero que, convoca pasión, orgullo y amor, conclusión: es el deporte lo que llama no las “autoridades”.
Pásenla bien!!!