UNIVERSIDAD VERDE Y CAPTACIÓN DE AGUA DE LLUVIA

Una de las propuestas que en su oportunidad elaboré para ser considerada en el Plan de Desarrollo de la Universidad Autónoma del Estado de México fue el tener una “Universidad Verde y Oro” haciendo alusión a los emblemáticos colores oficiales de mi Alma Máter. El verde era en referencia a lo ambiental mientras que el oro, atendía lo referente al aspecto académico.
Saco a colación el tema luego de la suspensión de actividades que se dio en las instalaciones del Cerro de Coatepec, Toluca; por la falta de agua. Así que hablemos de los aspectos que la pueden hacer verde. El inicio es que los especialistas, tanto directivos como catedráticos, investigadores y alumnos formulemos un plan de acción ambiental universitario que guíe las acciones a ejecutar con precisión y permita estimar las inversiones necesarias para el logro de los objetivos.
Debe de considerarse el que la universidad predique con el ejemplo sobre la “Economía Circular”, empezando por los negocios que operan al interior de los centros universitarios supervisados por el Fondo de Fomento y Desarrollo de la Investigación. Científica y Tecnológica; a efecto de reducir los residuos y fomentar el reciclaje. En las últimas visitas que he realizado a diferentes Facultades y Escuelas, también me he dado cuenta de que se han retirado los contenedores para depositar los residuos por tipo. Esto impide el poder obtener recursos mediante su venta para reciclaje, reincorporación de materiales al ciclo productivo y reducción de residuos.
Otro tema, es el consumo de energía. Debe de realizarse la sustitución completa luminarias para contar con instalaciones automatizadas con lineamientos de automatización a través de la domótica y disminuir el consumo de energía. Es penoso ver luces prendidas en las aulas universitarias con suficiente luz natural. Debe de darse continuidad a la instalación de celdas solares para coadyuvar al ahorro de costos por el consumo de energía eléctrica.
Desde luego que el asunto del agua es urgente de atender: fugas, generación de aguas residuales, falta reúso, carencia de medición, etc. Las instalaciones son antiguas y requieren ya la sustitución desde tuberías, hasta tanques y muebles sanitarios, buscando que estos últimos sean ahorradores de agua como los mingitorios secos. Las instalaciones académicas cuentan con grandes superficies aptas para la captación de agua de lluvia, por lo que la adaptación de éstas es rápida, el punto a considerar, como en todos los sistemas de captación de lluvia es donde almacenarla.
Otras áreas de oportunidad son la reducción de emisiones de gases efecto invernadero, tratamiento y reúso de aguas residuales, infiltración de agua pluvial, composteo, azoteas verdes, manejo adecuado de residuos peligrosos y la implementación de normas de gestión ambiental como la ISO 14001:2015.

PIENSA GLOBALMENTE, ACTÚA LOCALMENTE
A propósito de lo anterior, es oportuno comentar el inicio del curso “Operación y Mantenimiento de Sistemas de Captación de Agua de Lluvia”, que un servidor imparte a integrantes de diferentes espacios académicos. Me ha resultado sorprendente el entusiasmo mostrado por los asistentes para conocer y poner en práctica los conceptos y ejercicios expuestos. Sin embargo, algo que ha salido a relucir es la poca difusión y capacitación en la materia. En anteriores administraciones de los tres ámbitos de gobierno había promoción e incluso financiamiento para aprovechar el agua de lluvia, situación totalmente opuesta a lo actual. Recuerden #SalvemosOjuelos.
Reciban un abrazo de su amigo, Luis Eduardo Mejía Pedrero. Comentarios al correo [email protected] Instagram @mejiapedrero Twitter @cuencalerma o por Facebook.