La Niñez en México: pasado, presente y futuro

La niñez es una etapa que evoca a la esperanza y representa la posibilidad de pensar en cambios para construir algo mejor a partir de lo que se tiene. La primera infancia, es fundamental en el desarrollo personal, intelectual y afectivo de todas las personas, ya que es un periodo en el cual se adoptan y familiarizan actitudes, valores y principios que difícilmente desaparecerán si se asimilan y practican desde edad temprana.
Ser niño o niña en un país como México, parece que no es tarea fácil, las dificultades y las condiciones de desigualdad en el acceso a la escuela, servicios de salud, alimentación y, una exposición a la violencia y sus múltiples manifestaciones, se han convertido en una constante entre este segmento de la población que tiene que aprender a vivir con una serie de adversidades para las que ningún infante puede estar preparado y que para su corta edad, resultan inadmisibles.
El pasado 26 de abril, se dieron a conocer los resultados sobre la Consulta Infantil y Juvenil 2018, y los datos no resultan muy alentadores, ya que evidencian que como sociedad hemos fallado en la construcción de espacios seguros y pacíficos para las generaciones que nos anteceden. El ejercicio muestra que 40% de quienes participaron en la consulta, manifestaron haber recibido o estar sufriendo algún tipo de violencia en el hogar, mediante expresiones que van desde los insultos y agresiones verbales, hasta violencia física.
De los hallazgos más preocupantes; es que la población de entre 6 y 9 años, reportan ser víctimas de mayores niveles de maltrato y, para sorpresa de muchos es en la casa y en la escuela donde se experimenta en mayor medida, lo que nos debe llevarnos a reflexionar en la “manera” o en “las formas” en que se está educando y formando a quienes queremos representen la proeza de un mejor México.
En este contexto, el pasado 7 de mayo, el UNICEF público el informe avances y desafíos para la niñez y adolescencia en México, el cual muestra que entre 2010 y 2017, se cometieron más de 10,500 homicidios a menores y 20% de los desaparecidos pertenecen a este grupo de la población, 51% vive en pobreza, 63% sufre algún tipo de violencia, 18 % de menos de 5 años, no tienen un adecuado nivel de desarrollo, 82% no alcanzan los aprendizajes esperados, cerca de 4 millones no estudian y, 6 de cada 10 carece de seguridad social.
Los datos referidos son alarmantes, pero más que a la tristeza y al desaliento, deben motivarnos a hacer más de lo que hasta ahora se ha hecho, pensemos en una política social que garantice el cumplimiento de los Derechos Humanos consagrados en nuestra Constitución y encaminada a generar un modelo de bienestar, donde adquiera congruencia el texto constitucional con la realidad que viven los mexicanos y de manera particular, los niños y niñas de nuestro país.
Asimismo, es necesario dar paso a una nueva generación de políticas públicas que den pleno cumplimiento a los derechos humanos apegados a principios como el de la universalidad, integralidad y progresividad plasmados en nuestra Constitución.
Es necesario invertir más y mejor en temas sociales, en las familias en su conjunto y en la primera infancia, ya que desde niños nos construimos a partir de lo vemos en casa y en nuestro entorno inmediato. Actualmente, reconocemos la existencia de nuevas problemáticas sin embargo, existen otras como el tema de la niñez, que representa un tema pasado, presente, pero que sin duda alguna, puede tener un mejor futuro.