TONTAS, LISTAS O DEL SANTO

Tempus fugit. Ya estamos a mediados de mayo y en poco más de un mes daremos la bienvenida al tan anhelado verano, pero hagamos como decía Einstein: “No pienso nunca en el futuro porque llega muy pronto”. Vayamos por partes que este mes todavía tiene mucho que ofrecernos. De momento, Madrid rinde homenaje a su santo patrón: San Isidro Labrador. Como cada año la esencia más castiza de la capital se respira por todos sus rincones. Es curioso que esta festividad tiene su homónima en México. Se celebra, concretamente, en Arteaga (Coahuila) cuya parroquia lleva el nombre de San Isidro.
Y como toda fiesta que se precie tiene baile y dulce típico. El chotis es un baile en pareja donde la mujer lleva el mando. Es ella la que gira alrededor éste sobre su propio eje, de ahí, que se haya popularizado con que no se necesita más que una baldosa para bailarlo. Pero a nueve mil kilómetros de distancia, también tienen su Shotis, el cual, llegó a México sobre 1850 a los salones frecuentados por las clases altas. Más adelante se popularizó en los bailes públicos y se adaptó a los estilos de las regiones del norte como Chihuahua, Nuevo León, Tamaulipas, Durango y Zacatecas. Después de tanto baile se necesita reponer fuerzas. Para eso están las típicas rosquillas. Pueden ser tontas, listas o del santo pero ninguna de ellas puede faltar en la mesa en un día tan especial.
Hablando de tontas y listas, se me ocurre que es un buen momento para valorar como está el panorama político, ya que el silencio se va rompiendo en conversaciones entre los diferentes líderes políticos. Unos van de listos porque quieren que los otros se rindan a sus peticiones pero los otros no son tontos, ni mucho menos. Aprendimos de Forest Gump que “tonto es el que hace tonterías” y hay mucho listo haciendo demasiadas tonterías. Pedro Sánchez no se quiere mover de La Moncloa y lo que no sabemos es que precio tendrá eso. Habla de acuerdos puntuales con el PP y Ciudadanos pero la sombra de los que quieren romper España es alargada y planea por el entorno del líder socialista. También, Pablo Iglesias quiere estar en el Gobierno y amenaza pero no está claro con qué. Hay muchos ingredientes que meter en esta coctelera y lo que resulte será, como poco, una bomba de relojería. Eso es preocupante porque lo que está en juego es el futuro de España. Si esto sigue así, no nos quedará más remedio que encomendarnos al santo y como dice el sabio refranero español: “Que Dios nos pille confesados”…
Menos mal que el deporte rey nos distrae de todo esto, aunque también nos da alegrías y penas. Solo hay que recordar la eliminación del Barça de la Champions. Pero en fin, en la Liga todavía se mantiene la ilusión de quienes pelean por no descender o por conseguir puestos de Liga de Campeones o de Europa League para la próxima temporada. Con el Barça como campeón, el Atlético de Madrid aspira a quedar por delante de su eterno rival. Son segundos y ese es su único triunfo. En definitiva, hay más luces que sombras. No obstante, habrá que esperar a ver que pasa en las próximas jornadas para ver la realidad, analizar los resultados y soñar con la temporada que viene porque si es como ésta a los colchoneros y a los merengues también nos va a tocar encomendarnos al santo… porque, a día de hoy, no nos hemos comido ni una rosquilla.