“La gente piensa que la paciencia es la capacidad de esperar, pero no es así. La paciencia es cómo nos comportamos mientras esperamos” Joyce Meyer

“La gente piensa que la paciencia es la capacidad de esperar, pero no es así.
La paciencia es cómo nos comportamos mientras esperamos” Joyce Meyer

En otros momentos era imposible pegar el ojo por la emoción, tan solo imaginar el viaje y descubrir nuevas facetas en la profesión te atrapaba como aquellos Viajes de Gulliver, o la Isla de la Fantasía, Perdidos en el Espacio, entre otras. Al mismo tiempo también aparecían como por arte de magia las garras del abominable miedo, porque por mucho o nada que ya hubieras volado, existe esa sensación de un no sé qué, obviamente las plegarias asoman a cada instante y veneras tu devoción totalmente. En esas noches que no conciliaba el sueño imaginabas cómo desarrollarías tu trabajo, a dónde y cuándo irías, qué y dónde comerías, lo más importante a dónde llegarías para instalarte, porque lo más común era viajar solo y adaptarte a todo tipo de situaciones. Al final de los sueños, emociones, desvelos e insomnios llegaban la paz y tranquilidad envueltos en esperanza de, primero, estar bien en todo sentido, enseguida ir y regresar de la mejor manera, al mismo tiempo desempeñar un buen trabajo y hacerlo válido con los testigos correspondientes.
Realizar seguimiento al deporte en otros lares del mundo no es tarea sencilla ni fácil, al contrario, existen mil imponderables que hay que sortear y más aún por conseguir una entrevista y enseguida, lo más rápido posible enviarla para su difusión. Contrariamente el común denominador de la población cuenta que solo se va de paseo y se gasta una lana que no es de uno, ¡ja! si tan solo supieran que en realidad a veces, en muchas ocasiones, uno pone de su bolsa para conseguirlo seguro pensarían distinto. Con estas premisas llega uno al evento internacional y busca afanosamente moverse y aprovechar las bondades de la profesión, pero nada nos asegura tener las declaraciones de los deportistas, atletas, entrenadores y mucho menos dirigentes, quienes más acceden de pronto son los padres y familiares y eso en ocasiones; entonces es cuando sale la pericia y la astucia para acercarse a los grandes del deporte y tomar sus declaraciones y una fotografía apenas esbozando una leve sonrisa y levantando el pulgar, vaya logro para algunos de nosotros.
Hago esta remembranza porque ahora no será posible asistir a una cobertura hasta que se abra el panorama, porque hay que seguir combatiendo no sólo al maldito virus sino a los viciosos temores, miedos, ansiedades, ausencias, eso que hace daño y que no vemos y que la mente privilegia en muchas ocasiones como una barrera para no crecer y hacer, pero también es cierto que en todo momento hay esperanza y corazonada de que salgan las cosas bien; hoy sigo azorado de ver gente en los escenarios deportivos cuando no estamos al ciento por ciento librados de contagios, me lamento por no poder ir a un estadio y mucho más por no realizar un seguimiento y transmitir la información. Es asombroso como en otras naciones se implementaron tan bien los protocolos que han pasado a otros temas con la condición de la prevención absoluta y permanente, por ende, en el deporte ha impactado de gran manera, pero también está por ejemplo la condición de los JJOO donde no se podrá contar con público extranjero y donde las medidas se han endurecido a tal grado que las acreditaciones en diversas áreas o han sido canceladas o muy restringidas solamente para el personal más allegado a las delegaciones deportivas. El control es tan extremo que debe ser preciso contar con evaluaciones médicas, clínicas y de laboratorio, condición físico atlética de primer nivel, no tener ni un piojo (válganme la expresión) adecuarse a la alimentación y evidentemente adaptarse a las condiciones del calendario de participación y con ello sólo competir y regresar en pocos días a lugar de origen de cada quien.
A cambio en nuestro país de acuerdo con las expectativas que generan ciertos deportes y sus protagonistas se planea la reapertura de estadios para el acceso a la afición, caso concreto del futbol, pero acá de plano surgen las dudas porque si se les permite el acceso a “determinado” porcentaje de aficionados, primero, que sea exactamente la cantidad determinada, después que quienes ingresen de verdad sigan el protocolo y cuenten con la salud al cien y para finalizar que no acudan a crear y generar desmanes como ha pasado en Mazatlán y Aguascalientes. Y para los escenarios que pretenden abrir producto de los encuentros que se sostendrán solamente porque puede generar ingreso a taquilla pues que se coloque en la balanza la efectividad del protocolo respectivo y respetar absoluta y rotundamente todo.
Para cerrar este Valle valdría la pena decirles que hay otras actividades deportivas que han declarado que no abrirían sus puertas a los aficionados hasta contar con una mayor eficacia en la detención de una propagación de contagios y solo será hasta que existan las condiciones reales. Este tema ciertamente pasa por el económico, pero sigo pensando y prefiriendo en la humanidad por encima del varo, así que mientras ande por acá esperaré el momento oportuno para hacer las coberturas necesarias e ingresar a los escenarios deportivos.
Pásenla bien!!!