DÍA MUNDIAL DE LA SALUD

En el año 1948, la Asamblea Mundial de la Salud proclamó el 7 de abril como Día Mundial de la Salud. Esta fecha fue escogida en conmemoración a la fundación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y con la necesidad de crear conciencia sobre las enfermedades mortales mundiales y crear hábitos sanos en las personas.
La celebración de este día se lleva a cabo desde el 7 de abril de 1950 y anualmente se escoge un tema que esté basado en las necesidades y sugerencias que realizan los Estados miembros.
Para este año, la OMS invita a realizar una campaña para construir un mundo más justo y saludable. Evidentemente, el tema central en los documentos emitidos es sobre el COVID-19 resaltando que vivimos en un mundo desigual, resaltando que algunas personas pueden vivir vidas más saludables y tienen mejor acceso a los servicios de salud que otras, debido a las desigualdades en su posición, estatus y voz en la sociedad y las condiciones en las que nacen, crecen, viven, trabajo y su edad.
Así mismo, destaca que, en todo el mundo, algunos grupos no solo tienen acceso limitado a servicios de salud de calidad, sino que también luchan para llegar a fin de mes con pocos ingresos diarios, tienen un acceso más deficiente a condiciones de vivienda seguras y educación de calidad, menos oportunidades de empleo que paguen un salario digno, desigualdad, y tienen poco o ningún acceso a entornos seguros, agua y aire limpios y servicios de salud, y sufren inseguridad alimentaria. Los grupos que más sufren estas desventajas son a menudo los que sufren discriminación étnica y de género. Estas condiciones pueden provocar sufrimiento innecesario, enfermedades evitables y muerte prematura. Y daña nuestras sociedades y economías.
En ese orden de ideas se enfatiza que el COVID-19 se puede prevenir siempre y cuando se sigan las recomendaciones sanitarias que escuchamos hasta el cansancio y que lamentablemente han tenido la aplicación esperada. Entre estas recomendaciones está el extremar la limpieza del hogar y corporal, acción que solo es posible si la población cuenta con servicios adecuados de agua potable, alcantarillado y saneamiento.
Por lo anterior, los tres ámbitos de gobierno de nuestro país deben de procurar los recursos financieros necesarios para incrementar, mejorar y mantener la infraestructura hídrica y su operación para mitigar la presente y futuras pandemias.

PIENSA GLOBALMENTE, ACTÚA LOCALMENTE
Este fin de semana tuve la oportunidad de visitar nuevamente el municipio de El Oro, uno de los treinta y tres municipios que se encuentran en la cuenca del río Lerma en el Estado de México. Constaté los efectos del prolongado estiaje que tiene a las presas vacías luego de dar el riego “de punta” y el flujo mínimo de agua en sitios como la cascada “El Mogote” en la comunidad de Santiago Oxtempan, misma que les invito a visitar durante la temporada de lluvias. Algunas imágenes están disponibles a través de mis redes sociales.
Reciban un abrazo de su amigo, Luis Eduardo Mejía Pedrero. Comentarios al correo [email protected] Instagram @mejiapedrero Twitter @cuencalerma, Flickr o por Facebook.