Impresentables

La naturaleza del ser humano lo lleva invariablemente a equivocarse, sí, a cometer errores y en un escenario esperado, aprender de los mismos, y eso nos hicieron creer los dirigentes y militantes de los diferentes partidos políticos, que después de la abrumadora derrota de 2018, que dejó al descubierto su desprestigio y falta de credibilidad, se podía aspirar a una transformación con el objetivo de presentarse a unas próximas elecciones con una propuesta diferente, dispuestos a llegar a los electores, a recuperar su confianza y pedir su voto.
Lo anterior era parte de un mundo ideal, la expectativa era una y la realidad la estamos viviendo. La renovación de la que hablan los partidos políticos se quedó en la mera intención, presente en el discurso y alejada de la realidad. Todos los partidos políticos se están enfrentando a un déficit de candidatos para la elección más grande a realizar en la historia de nuestro país, están buscando candidatos hasta por debajo de las piedras y ello, los está llevando a recoger el cascajo, pepenar de lo que ven, y reciclar de entre lo peor que hemos conocido.
En este lamentable y vergonzoso contexto se encuentra un personaje como Félix Salgado Macedonio, candidato a la gubernatura del Estado de Guerrero, quien cuenta con al menos tres denuncias por abuso sexual. El listado de impresentables es inmenso, y ahí se encuentra Jorge Hank Rhon, candidato a la gubernatura de Baja California, quien además de ser conocido por una vida llena de excesos y excentricidades, ha estado vinculado con temas de narcotráfico, lavado de dinero y corrupción, pero eso no es lo peor, ya que entre su “trayectoria”, está presente la acusación del asesinato de un periodista.
Otro candidato es, Ignacio Moreira Valdés, vinculado con la mega deuda de Coahuila, heredada por Humberto Moreira. Idelfonso Guajardo Villarreal, exsecretario de Economía de Enrique Peña, quien podría regresar a la vida política a pesar de ser mencionado en los casos de presunta corrupción que recaen sobre Emilio Lozoya. Este otro personaje, no se ha cansado a últimas fechas de robar reflectores, Samuel García en Nuevo León, todo un “mirrey”, que hace un par de meses declaró: “yo me he topado con gente muy valiosa que vive con un sueldito de 40 o 50 mil pesos y son felices”. También narró aquella conmovedora historia en la que su papá le enseñó el valor de la disciplina llevándolo a jugar golf los sábados de madrugada: “era bien duro porque me decía: si quieres que te pague la semana, te tienes que ir conmigo al golf’”. Así se forjó este hombre la cultura del esfuerzo.
Es difícil saber dónde estamos parados, la degradación política está presente en su máxima expresión. No quiero dejar de mencionar a personalidades como Gabriel Quadri, quien lo más destacado qué tiene en su trayectoria política, son los tuits en contra de AMLO, y Margarita Zavala, que ya no hay mucho que decir con la sombra de su esposo y expresidente, Felipe Calderón.
¿De verdad no hay más candidatos? ¿Después de tres años esto es lo “mejor” que nos pueden presentar? ¿Esto es parte de la transformación interna de los partidos políticos? Será que Paquita la del Barrio, con la asesoría de una que otra rata de dos patas podrá ser una verdadera alternativa, o bien, luchadores, conductores y algunos actores realmente tendrán idea de lo que es gobernar. Estos personajes de la farándula, son el resultado de la ausencia de proyectos ideológicos que hacen desviar la atención de los temas realmente importantes y que deben discutirse, como el enorme debilitamiento del tejido social, la pobreza y la desigualdad que va en aumento.
Los partidos políticos” viejos” y “nuevos”, no aprendieron nada, todo apunta a que llegarán al día de las elecciones con cartuchos quemados, y el factor AMLO es central. Los impresentables de la clase política en nuestro país son muchos, los de ahora y los de antes; César y Javier Duarte, Roberto Borge, Fausto Vallejo, Rodrigo Medina, Andrés Granier, Mario Anguiano, Rubén Moreira, Egidio Torre y recientemente, Mario Marín, esto, es lo que hay, es lo que tenemos, pero ustedes juzguen si es con lo que nos tenemos que conformar.