El rumbo de las mañaneras

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) ha propuesto reinventar la manera de hacer política y con ello, establecer una nueva estrategia de comunicación con los ciudadanos a través de las conferencias que lleva a cabo normalmente en Palacio Nacional, de lunes a viernes a partir de las 7:00 a.m.
La idea de presentarse casi todos los días es establecer un “dialogo” constante con el apoyo de los medios de comunicación nacionales e internacionales que se dan cita, a fin de informar de manera puntual sobre aquellos temas que surgen de manera cotidiana o bien, temas que el presidente busca posicionar como parte de su agenda de gobierno.
La duración de las conferencias ha sido muy variada con apenas 13 minutos, hasta las 2 horas, con 10 minutos aproximadamente. De acuerdo con un seguimiento realizado por parte del portal Animal Político, las cifras de AMLO oscilan en Facebook en 6,2 millones de seguidores; la cuenta de YouTube 896 mil suscriptores; la cuenta de Twitter 5,4 millones de seguidores; y la cuenta de Periscope cuenta con alrededor de 8 mil 141 seguidores. Recientemente, se han agregado a la plataforma Spotify los audios (podcasts) de las conferencias presidenciales, desde la primera realizada el 3 de diciembre de 2018, a la fecha.
En las conferencias matutinas se ha dicho de todo, temas como la corrupción, huachicol, inseguridad, programas sociales, reforma educativa, migración, guardia nacional, tren maya y hasta solicitudes de disculpa por violaciones a los derechos humanos cometidas durante la conquista, son una pequeña muestra de la variedad de los asuntos tratados.
El desfile de personalidades no se ha hecho esperar, destacando una lista de Secretarios consentidos como; Olga Sánchez Cordero, Secretaria de Gobernación, Alfonso Durazo Montaño, Secretario de Seguridad Pública y Protección Ciudadana, Esteban Moctezuma Barragán, Secretario de Educación Pública, Luis Cresencio Sandoval González, Secretario de la Defensa Nacional y porque no, hasta integrantes de la Familia de Emiliano Zapata y una inesperada aparición de la escritora Elena Poniatowska.
Las conferencias se han convertido en un ejercicio de gran trascendencia por la información presentada y los cuestionamientos realizados, pero también por las confrontaciones como la protagonizada hace unos días por el periodista de Univision, Jorge Ramos con el propio presidente, donde las cifras en materia de homicidios en el país de uno y otro, parece no lograron cuadrar.
De acuerdo con la encuestadora Parametría (estudio realizado del 23 al 27 de febrero de 2019), el 57% de las personas ha seguido la conferencia matutina al menos una vez aunque sea fuera de tiempo, y en lo que respecta a la aceptación de sus apariciones mañaneras, el 76% considera que estas se realicen para informar a la ciudadanía de las acciones del gobierno, mientras que un 19% piensa que las conferencias le quitan tiempo para gobernar.
Estos “diálogos circulares”, como los llama el presidente, solo se han interrumpido cinco días: el 25 y 31 de diciembre, y el 1 de enero por motivo de la Navidad y el Año nuevo respectivamente y, el 18 y 19 de abril, por el periodo vacacional de Semana Santa.
El rumbo de las mañaneras es incierto, y si bien puede ser una herramienta de comunicación útil, no debe ser la única, ya que la centralización en el ejecutivo es más que evidente. Corregir, mejorar o potenciar este mecanismo de diálogo puede rendir mejores resultados pero la incógnita seguirá presente, saber si el presidente logrará terminar su sexenio bajo esta dinámica o acto de vanidad, donde todos los días los reflectores están puestos sobre él.
Mientras tanto, el lunes tendremos mañanera y esta historia continuará…..