Sálvese quien pueda

Estamos a un par de días de llegar a Navidad y terminar este inédito 2020, para gran parte de la humanidad, el año más difícil del que se tenga memoria y que seguramente nadie desea volver a vivir. La pandemia por COVID-19, ha cambiado nuestras vidas de tal forma que, ninguna película de ciencia ficción fue capaz de contar una historia como la que actualmente se está escribiendo y de la cual, no sabemos qué final esperar.
El romanticismo de extraer lo mejor de la situación y aprender de la misma se desvaneció a los pocos meses por lo menos en el caso de nuestro país. Ante la crisis, las personas muestran su verdadera personalidad, y lo que se evidenció no fue precisamente el sentimiento altruista o solidario de una mayoría, el principio a seguir fue el egoísta, indiferente y hasta inhumano, “sálvese quien pueda”.
Aunque el virus que ataca a la humanidad es el mismo, la experiencia es distinta. Desde el privilegio, la realidad es más llevadera, el estrés de las reuniones virtuales, no se compara con el estrés de saber que de salir o no a la calle, depende el sustento de una familia.
Lo que hizo la pandemia fue mostrarnos un México que por mucho tiempo se ha intentado negar y hasta ocultar, un México con profundas desigualdades, toleradas a un nivel indeseable. Por lo anterior, ha resultado “funcional” la idea de que “los pobres son pobres porque quieren”, que el simple hecho de “querer es poder”, que basta con la filosofía de “echarle ganas”, y que es mejor emprender, ser tu propio jefe, antes que esperar que el Estado sea capaz de garantizar a lo que por ley tenemos derecho, un trabajo digno.
El mundo entero no puede culpar a la pandemia por evidenciar las fallas de un sistema capitalista que ha tenido como base la injusticia social, y un reparto inequitativo de la riqueza. La lógica capitalista, que en realidad no la tiene, ha propiciado el enriquecimiento de una minoría, un 1 por ciento de la población que concentra la mayor parte de la riqueza a nivel mundial, a costa del empobrecimiento de las mayorías.
La crisis de este modelo económico con, o sin coronavirus seguirá golpeando y dejando estragos en la economía global. Todo indica que es momento de una transformación radical a escala mundial para el sostenimiento de la producción, a la par de un nuevo sistema de distribución de la riqueza.
Ningún mandatario podía estar preparado para una situación de esta naturaleza, pero no deja de ser lamentable la falta de coordinación y los mensajes contradictorios por parte de nuestro presidente que, por cierto, sigue sin usar cubre bocas, quien se supone es el ejemplo a seguir.
¿Y nuestros legisladores? ¿Qué están haciendo aquellos que se supone están para velar por nuestros intereses? Decepcionante el papel de los mismos peleándose por una candidatura para el 2021, ocupados en alianzas inverosímiles, donde demuestran que no tienen… vergüenza y los ciudadanos, parece que no tenemos memoria para permitir algo así y darles el” voto” que, de confianza no puede ser.
Mientras tanto, la mayoría de los mexicanos que no perciben mensualmente 74 mil 548 pesos, y tampoco gozarán de un aguinaldo de 140 mil 504 pesos como nuestros legisladores, seguirá viendo en la sobrevivencia una opción de vida, particularmente aquellos que desde antes de la pandemia ya estaban en una situación crítica. Me encantaría decir que esto no es posible, pero ya vimos que sí, contar con “representantes” que nos cuestan tanto dinero y que dan tan pocos resultados.
El coronavirus no discrimina, el sistema económico y social imperante, sí. Ante más de 110 mil pérdidas humanas por COVID-19, lo más sencillo es culpar al Presidente, a López Gatell, a nuestro Gobernador o Presidentes Municipales. Pensemos si realmente hay un solo responsable de la situación, o es el resultado de una falta de voluntad para comprender que la pandemia nunca ha sido un problema individual, es y será, un problema colectivo.
Gracias a quienes durante este 2020 se tomaron el tiempo de leer esta columna, de compartir y de hacer llegar sus comentarios que siempre serán bien recibidos [email protected]