Una “bocanada de aire” llamada Kamala Harris

La semana pasada una noticia atrajo los reflectores en la menoscabada sucesión presidencial de los Estados Unidos de América, le designación de la senadora Kamala D. Harris como como candidata la Vicepresidencia por el partido demócrata, una mujer preparada sin duda, Abogada por la Universidad de California, estado de la Unión Americana en donde destacó como Fiscal de Distrito por San Francisco, labor que la catapultó al ser electa como Senadora “junior” por la referida demarcación territorial.
Kamala creció en un hogar intelectual ya que ambos padres fueron eminentes académicos, el padre economista y profesor emérito por la Universidad de Stanford y la segunda bióloga destacada cuyas investigaciones han sido claves para entender la fisiología mamaria y el cáncer de este tipo, entorno que le permitió a Harris desarrollarse profesionalmente y encontrar en el mundo jurídico un espacio idóneo para ayudar a la comunidad afroamericana, severamente perseguida y cuestionada en el estado de California después de los casos connotados durante la década de los años 90’s del pasado siglo XX como los de Rodney King y O. J. Simpson, respectivamente.
Bajo este orden de ideas, es de desatacar que durante el periodo como Senadora de Kamala Harris los principales temas que ha liderado han sido los vinculados a la restitución del sistema de salud generalizado para todos los norteamericanos (Obamacare), así como de las reformas que en materia de equidad de género han sido impulsadas por la fracción parlamentaria de los demócratas, acciones que le abrieron las puertas por la precandidatura de dicho Instituto político, en las que se enfrentó a contendientes con un peso político sólido de la talla de Bernie Sanders, Michael Bloomberg o Elizabeth Warren, por citar algunos.
Siguiendo esta óptica y una vez retirada de la contienda política por la candidatura presidencial, ha sorprendido al mundo el que Kamala Harris haya sido anunciada en la Convención Nacional Demócrata “virtual” como la compañera de fórmula de Joe Biden en la contienda presidencial. Sobre todo, si se toma en cuenta de que precisamente la experiencia de Kamala en el Senado quizás no sea lo suficientemente amplia como para convertirse en la interlocutora por antonomasia del Poder Ejecutivo con el Senado, atribución propia del Vicepresidente que dicho sea de paso se convierte en presidente de dicho cuerpo legislativo, teniendo la obligación de calificar elecciones, sustituir al Presidente de la nación en caso de ausencia o muerte, así como presidir las votaciones en sesión legislativa de “impeachment” cuando existan acusaciones graves en contra del titular del ejecutivo.
A partir de este momento, las críticas de parte del actual presidente Donald Trump no se han hecho esperar, quien ha minimizado las acciones de Harris. Sin embargo, lo que más destaca es que de acuerdo a las principales cadenas de comunicación en la Unión Americana, después del anuncio de la candidatura las preferencias electorales de Joe Biden al frente de las aspiraciones demócratas crecieron, lo que hace suponer la existencia de un acuerdo político mediante el cual la candidatura de Harris pretende sumar al amplio sector de la comunidad afroamericana descontenta con la administración Trump después de la muerte de George Floyd, así como atraer el voto del sector inmigrante con el que también se encuentra ampliamente identificada, motivo por el cual no se descarta que dicho nombramiento haya sido la “bocanada de aire” que necesitaba la campaña de Joe Biden, en donde no sólo se presenta como la primer candidata a la Vicepresidencia por parte de los demócratas, recordando que los republicanos ya tuvieron la oportunidad en la figura de la exgobernadora por el estado de Alaska, Sarah Palin, durante la fallida candidatura del fallecido John MacCain en el año 2008; por lo que la candidatura de Kamala Harris además de hacer historia tiene la oportunidad de convertirse a la postre en el verdadero poder detrás del poder. Twitter: @EdgarMaPe