Mente y manos ocupadas Luis Daniel Cruz Monroy

Mente y manos ocupadas
Por: Luis Daniel Cruz Monroy

En los últimos días, tanto en nuestro país como en el mundo, se han observado muchos movimiento sociales que han hecho, justa e injustamente, que los ciudadanos salgan de su confinamiento; como sabemos los números de contagios y muertes no ceden, al contrario, aumentan día a día y ahora se considera que el peligro es de quien se contagia de COVID-19 y no presenta síntomas.
La realidad es que socialmente nos urge, además de volver a una normalidad, saber cómo vamos a vivir a partir de las consecuencias de la contingencia. Es un hecho que las estrategias para la supervivencia deberán plantearse pronto, desde las laborales, privilegiando la no pérdida de empleos, hasta las académicas; además de pensar con mucha claridad la forma en que desarrollaremos una vida social, hablando estrictamente del trasporte público, mercados, turismo o consumo cultural.
A la par, debemos enfocarnos, desde casa, en aprender a vivir sanamente con los integrantes de nuestra propia familia; es claro el aumento de violencia doméstica desde el confinamiento, además es importante mencionar que la falta de trabajo ha traído consigo una serie de eventos delictivos dentro de nuestra entidad.
Independientemente de cualquier cosa que pueda pasar en los próximos meses, vivimos en una sociedad con falta de valores; la ausencia de civismo es un reflejo de lo anterior y éste es, ha sido y será necesario para una nueva organización social, no solo como una materia académica, sino como una forma de garantizar la enseñanza de la convivencia humana y valores que permitan generar a la población, ciudadanos honrados y preocupados por garantizar una sociedad más equilibrada y justa en sus acciones.
Este deberá ser un trabajo conjunto, tanto del estado, como de la academia y de la ciudadanía; debemos pensar en políticas científico sociales y cultural que velen por el desarrollo humano y cultural, además de que los derechos humanos se garanticen.
A pesar de que parece que habrá una inminente recesión económica, la apuesta es quedarse en casa ya que seguimos en semáforo rojo, y esto puede seguir creando condiciones complicadas para garantizar el movimiento económico, pero el aumento de mortalidad ha sido un factor determinante; entonces es crucial pensar en un cambio de paradigma para salir adelante.
La campaña que se ha llevado a cabo respecto al apoyo de la economía local, es una respuesta en la que quizá debemos todos poner más atención, no solo como una forma alterna de generar recursos, sino como un elemento para apoyar la economía general; la premisa es: tenemos que mantener la mente y las manos ocupadas para también, mejorar nuestras propias condiciones y conductas sociales, además reconocernos en el otro como un igual y sobre todo, fomentar la civilidad, elemento que debe ser reflejo del desarrollo que hemos tenido a lo largo de nuestra existencia en las civitas.
La pandemia nos está obligando al auto sustento, y debemos poner atención en lo que ya está pasando en las grandes ciudades, donde es común apostar por producción orgánica, que ha dado paso a la siembra de algunos alimentos básicos, entonces podemos considerar la necesidad de otras alternativas, tales como parcelas, cría de gallinas y conejos o la creación de huertos urbanos para siembra de nuestra propia comida, dentro de nuestros hogares, patios, jardines o techos.
Quizá esté parezca una exageración o una afirmación que permita pensar en la destrucción económica actual y la caída del neoliberalismo, a algunos les parecerá exagerado y a otros no; pero también es necesario pensar en dejar de hacer tanto caso a la redes sociales y seleccionar la información que consumimos de forma objetiva, realizar más ejercicio, actuar con mayor responsabilidad antes la pandemia o simplemente aprender a mantener la calma y el manejo de ansiedad.
Lo cierto es que es necesario buscar alternativas para la gente en condiciones vulnerables o en confinamiento obligado, que no pierda los estribos por cualquiera de las anteriores y esto también permita un mejor orden social; como opinión lo dejo en el tintero.
Lo único que genera riqueza es el trabajo, entonces generemos riqueza, trabajando.