Un logro espectacular esta siempre precedido por una preparación espectacular. (Robert H. Schuller).

He pensado que los reconocimientos deben ser en vida y exhibidos en el mejor de los casos como una muestra inequívoca de los logros que han consolidado una trayectoria que impacta directamente en la población y que trasciende fronteras, amén de que estipulan los estándares para que futuras entregas cuenten con argumentos cada vez más sólidos para su otorgamiento.
Muchos han sido los motivos que reúnen a selectos grupos de persona que establecen dinámicas para evaluar los méritos que tienen en diversas áreas aquellos quienes gracias a sus conquistas se consolidan como un referente de la sociedad e insisto, en cualquier rubro y/o disciplina. Hoy en día cuando los diversos tejidos están ávidos de esperanza, de salud, de educación y otros factores, hay un resquicio de buen respiro. En el gobierno mexiquense año con año, desde 1983 se lleva a cabo en el marco de la celebración de la fundación de la entidad, la entrega de la Presea “Estado de México”, que es el máximo reconocimiento público que se otorga.
En materia deportiva, la denominada “Filiberto Navas Valdés” correspondió para Daniela Eugenia Velasco Maldonado, quien por su tenacidad, entusiasmo, pero sobre todo una férrea determinación de vida a través del atletismo internacional logra colocar un toque de empuje para todo aquel que aspira a ser reconocido por su gente y en su propio terruño. Atrás debe quedar esa frase de que muchas ocasiones o en su mayoría, somos candiles de la calle y oscuridad de casa y vaya manera de ejemplificarlo con esta dama de tan solo 24 años (en agosto arribará a los 25) que por su condición la hace doblemente merecedora a esta distinción, que dicho sea de paso cuenta como un cúmulo de la gran trayectoria que ha tenido a nivel local, estatal e internacional.
La suma de todos sus sueños, anhelos y aspiraciones, se han tornado del color de su sonrisa, porque si bien es cierto que por desgracia no puede dar cuenta con sus propios ojos por una desgracia de la vida, si lo hace a través del deporte. Sí, Daniela superó al cáncer de retina en los ojos y hoy brilla como una de las figuras del deporte adaptado más inspiradoras que sigue rompiendo los tabúes que infortunadamente aún manchan la representación de la mujer en el deporte pero que sin duda alguna, está por caer de un momento a otro en su totalidad esa mentada condición. Ella es campeona de Juegos Paralímpicos, Parapanamericanos, pero sin duda es campeona de la vida y se lo han reconocido espectacularmente.
Felicidades para esta joven que cuando platique con ella me dejo unas palabras que aún retumban en lo que me queda de corazón: “…el atletismo es una forma de vivir y de integrarse al mundo…”
Ufffffffffffffffff. Ojala mucha gente tuviéramos la mitad de la mentalidad de ella, seguro haríamos un mejor mundo.

Pásenla bien!!!