GRILLANDO

Este fin de semana tuve la oportunidad de escuchar a un amigo de Toluca que me platicó el caso de un familiar que fue secuestrado y posteriormente asesinado, una historia desgarradora que no termina con el acto delictivo sino que continúa con el sufrimiento constante de la familia, algo que se comprende, pues no es justo que vivamos en un país donde la vida vale poco por culpa de aquellos que constitucionalmente tienen la responsabilidad de cuidarnos, pero no lo hacen, al contrario, muchas veces son los cómplices de los grupos crimínales.
A lo largo de mi vida me he mantenido como un idealista de que nuestro querido México y el planeta pueden mejorar, en que aún somos más las personas buenas que las malas y que entre todos podemos sembrar la semilla del cambio que nos permita evolucionar en sociedades más dignas y justas.
Sin embargo, la pobreza y la inseguridad, son los temas que más nos siguen lacerando y más allá de las cifras oficiales, en lo que va de este sexenio han sido asesinadas casi 132 mil personas, lo que convierte este gobierno en el más violento de la historia moderna de México, una pena, pues no podemos pensar en el progreso o desarrollo mientras el control de todo lo tengan los criminales.
La semana pasada integrantes del crimen organizado asesinaron al coordinador de la Guardia Nacional en Zacatecas, el general JOSÉ SILVESTRE URZÚA PADILLA, el militar de mayor rango víctima de los criminales en este sexenio, un tema que refleja el control y el poder que tienen estas mafias ante la mirada inerte y complicidad de las propias autoridades.
Así que los políticos y gobernantes podrán seguir fracturando al país con su demagogia y su lucha de partidos para seguir en el poder, pero mientras tanto, los ciudadanos, el pueblo, aquellos que tenemos que seguir trabajando todos los días, exigimos que México sea una tierra más segura, en donde nuestra vida valga y en la que realmente las autoridades hagan algo por frenar las cifras dantescas de homicidios y delitos que pesan como una loza, aquella que no nos permite avanzar, nos aplasta y nos lastima todos los días, algo que tarde o temprano deberá cambiar o de lo contrario nuestro país se nos irá entre las manos.

LA GRÁFICA DE HOY
Es de la marcha que se vivió en la Ciudad de México y a la que convocó el presidente ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR, quien acompañado de sus seguidores se dirigió al Zócalo en donde ofreció su Cuarto Informe, un ejercicio que dio mucho de qué hablar, pues recordemos que la marcha de sus detractores fue hace dos semanas.
En el uso de la palabra LÓPEZ OBRADOR resaltó sus políticas de austeridad, ahorros, la estabilidad de nuestra moneda, los avances de su gobierno, los programas sociales y principalmente dejó claro que son maderistas y que por ende no habrá ningún intento de reelección, algo que en lo personal veía obvio, ya que nunca imaginé que en el uso del poder se atrevieran a violentar la Constitución de esta manera.
Pero más allá del discurso oficial, lo que observó es que a cuatro años del gobierno que encabeza Morena, nuestro país atraviesa momentos complicados en el ámbito político y social, pues nos encontramos fracturados, con enconos, odios y estereotipos que de poco ayudan a un país que necesita estar unido para salir adelante.
Es un hecho, que este gobierno en los dos años que restan seguirán bajo la misma línea y el discurso, nada cambiará y el pueblo mexicano se seguirá fracturando, de ahí la urgencia de que aquellos que levantan la mano para el 2024 vayan pensando en que una de sus principales propuestas deberá estar enfocada a unificar a nuestra nación.
En lo personal, como lo he dicho desde hace muchos años, todos los partidos políticos son lo mismo, todos le han fallado a México y por ello solo queda la esperanza de que algún día nuestra gran nación pueda ser gobernada por la razón, la congruencia, la honestidad y el amor al prójimo, valores que parecen parte de una utopía en el poder, pero que necesitamos más que nunca si queremos vivir en una nación más justa y equitativa para todos.

Y VA DE CUENTO
El doctor RICHI AÑOVEROS se encontraba sentado en la silla de su consultorio, después de hacer el amor salvajemente con su paciente. Pensando en lo que había hecho, su conciencia le repetía: ¡Qué vergüenza! ¡He perdido toda la ética profesional!
Después de estar culpándose de sus actos, observa que sobre su hombro derecho aparece un diablillo, que le dice: ¡Escúchame! ¡No seas idiota! ¿Sabes la cantidad de médicos que tienen sexo con sus pacientes? ¿Crees que eres el único?
De tal manera el doctor AÑOVEROS se convence y piensa: ¡Exacto, no hice nada malo!
Al terminar de decir eso, en su otro hombro aparece un angelito y le replica al oído: ¡No te olvides que eres veterinario! ¡Imbécil!

HASTA mañana con más GRILLANDO. Comentarios en Twitter en @pepenader y en [email protected] 

GRILLANDO 27 11 22