EL VALLE DEPORTIVO

Cuando viene la soberbia, viene también la deshonra; pero con los humildes está la sabiduría. Proverbios 11:2

Me cae que parece cuento de nunca acabar, pero todo, absolutamente todo tiene vigencia, caducidad y su temporalidad es solamente eso, a veces un suspiro, otras un pestañeo y unas más, despertar. Aunque éste último no es nada seguro y en cambio, como un proeza sustancial en la forma de ser de cada quien, de la divinidad a la que profesen y, en consecuencia con propias creencias, se dan los actos y consecuencias que son, en todo caso, idóneos para revalorar el camino andado. En ocasiones sucumbir es una opción, pero levantarse y seguir es toda obligación. Dejar atrás las llamadas culpas, malinterpretaciones, altercados, disgustos, distancia y hasta pseudo olvido, se vuelven una traición a uno mismo porque la experiencia adquirida -buena y mala- son aprendizajes que forjan el sentido del día siguiente, ese que no hay que dejarlo escapar y más bien, exprimirlo a tope para obtener el mejor jugo de sabiduría o, al menos, el grado más próximo para no caer, erguirse como figura y saborear la mieles del dolor cautivando la manera más tácita de hacer y ser mejor.

A muchos no les gusta el tema, unos evocan recuerdos que solo son eso, que se formaron y se quedaron en el libro de cada quien, se vale hojearlo, indispensable no olvidar los formatos en que se dieron y presentaron las acciones de ayer con la fórmula que hoy impera para salir avanti galeno, y es entonces el momento, lugar y espacio correcto para emprender un fortalecimiento a prueba de balas, agresiones, señalamientos, etc., cuando uno construye y consigue llegar a esto, pase lo que pase, sea lo que sea, habrá una mejora sustancial en todo su entorno, tal como lo dijera el Rey Salomón: ¨El ánimo gozoso hace florida la vida; el espíritu triste, marchita los sucesos¨

Y en el terreno deportivo la mejor muestra de lo anterior, es la feroz batalla que sostenemos los millones de mexicanos que si nos damos cuenta del fallo garrafal que existe en el sector y que, a todas luces, ha impactado de manera soez en casi todas las disciplinas y digo casi todas, porque las de más tracción y respaldo, lo que hacen es seguir con su camino y consolidar esos días del mañana de los que tanto he hablado y señalado. El Valle es amplio, el horizonte por más lejano que se vea como de acá a Valencia, tiene una directriz correcta cuando la causa es honesta, pulcra, limpia, decidida y dedicada, la ambición no tiene cabida sino el aporte y la captación de talentos, el surgimiento y consolidación de hombres y mujeres, jóvenes, que surtan y caminen juntos por un bienestar personal y colectivo. Pero ¿qué es lo que sucede cuándo infortunadamente seguimos teniendo ejemplos de nefasto, nulo y absurdo proceder de no abonarle al deporte ni a sus deportistas? Ah, pues simplemente que el cansancio y el hartazgo aceleran el do de pecho y cada quien a rascarse como pueda y no depender de una administración que nada genera para la comuna, sino para propias arcas. El caso más reciente es el de las jugadoras, integrantes de la Selección Nacional de Hockey femenil sobre hielo, quiénes están recaudando fondos para poder asistir al Campeonato Mundial de la especialidad que se realizará en Andorra del 7 al 14 de abril, evento de fogueo rumbo al preolímpico que se celebrará a finales de este año y que, para tal efecto, sin llegar a vender calzones -ya saben porqué lo escribo- si han puesto a la venta artículos con el logo de México para recaudar fondos y con esto lograr que todo el equipo pueda ir, es decir, con coaches y con las 15 jugadoras que tiene el conjunto, y entonces se encuentran vendiendo desde botellas con agua, llaveros, bolsas del súper, hasta muchas otras cosas, con precios buenos, accesibles y lo atractivo y curioso, es cada artículo cuenta con el logo de México y del hockey, situación que no afecta en nada la esencia y si, en cambio, genera tracción por ayudar una vez más a sacar del fango a otra representación deportiva mexicana.

O sea, sigo enojado con el “sistema” pero es más la decepción y desilusión por las carencias generadas y que, al mismo tiempo, se hacen de la vista gorda y esconden sus frustraciones bajo argumentos que ni en preescolar enseñan, pero es tan vilmente notorio el abuso y soberbia del poder, que no nos queda más que esperar que todo acabe y comience un nuevo amanecer, porque al menos con ello, al menos -insisto- derecho de duda tendremos y aspiraremos a mejores momentos, de eso no me queda ni me cabe la menor duda, el tema es que para que eso suceda, primero apoyar a los nuestros como sea y con lo que sea y después, fortalecer el respaldo vitoreando y saboreando cada actuación de todo aquel convocado a una selección. Mientras tanto, aguanta, resiste, no decaigas, y espera, tan solo espera el momento para brindar tu mejor sonrisa, levantar el brazo y empuñar de tal manera que la fuerza del ser con el universo, sea uno mismo. ¡Ánimo! Todo pasa…y pasará…

Pásenla bien!!!