MASCLETÀ EN MADRID

“Valencia es la tierra de las flores, de la luz y del amor” y podríamos añadir que también es la tierra de la pólvora. Una pólvora que tratan magistralmente los pirotécnicos para brindarnos entre otros espectáculos las tradicionales mascletaes.

Quedan pocos días para que con `la Crida´ quedé inaugurado el periodo fallero, pero antes de esto ha sido en Madrid donde por primera vez se ha podido disfrutar de una mascletà como marca la tradición. Muchos han criticado la decisión del alcalde, pero a los que nos fascina y sabemos lo que ésta representa hemos apoyado su iniciativa. Para gustos están los colores, pero hay que respetar las decisiones de cada uno. Somos libres para elegir y por querer disfrutar de este Patrimonio Inmaterial de la Humanidad no somos, como alguno dicen, terroristas medio ambientales. Insisto en que la libertad nos abandera y hasta dos horas antes hubo gente esperando a que se produjera el disparo de la mascletà.

El lugar elegido fue el Puente del Rey. Allí estuvimos miles de personas para vibrar con el sonido que marcó la ‘Pirotecnia Valenciana’, de Llanera de Ranes. Ésta sorprendió y no defraudó a los asistentes. Los 307 kilos de pólvora tuvieron color y ritmo para marcar esta primera mascletà en la capital como un espectáculo que el público aplaudió y pidió “otra, otra”. Asimismo, se pidió que fuera la primera de muchas.

Por supuesto, en la Ribera del Manzanares no faltaron las Falleras Mayores de Valencia y sus comitivas para cumplir con la tradición al cien por cien. Fueron ellas quienes pronunciaron la célebre frase: “Senyor pirotècnic, pot començar la mascletà”. Después de los ocho minutos que duró, los madrileños de nacimiento y de acogida quedamos atónitos por lo que habíamos visto.

El calendario nos brinda la oportunidad de repetir esta experiencia y de adentrarnos aún más en la tradición fallera. Los días grandes de las Fallas están señalados en el calendario y antes tierras del Mediterráneo llega la Magdalena a Castellón. La cuenta atrás para estas fiestas tradicionales ya ha comenzado y disfrutar de ellas es un placer. Son experiencias que te enriquecen como persona y que marcan unos recuerdos inolvidables. Al fin y al cabo la vida está para eso. Habrá quien prefiera criticar las tradiciones, otros preferimos disfrutar de ellas porque evolucionar no significa involucionar que es lo que parece que están haciendo algunos. La vida no permite retroceder. Hay que vivir el presente porque lo que vemos como futuro, se convierte en presente antes de lo que nos imaginamos.

Si de imaginación hablamos, muchos no se podían imaginar lo que iban a vivir el pasado domingo en el Puente del Rey, y hoy esas instantáneas ya serán imborrables. La mascletà ya forma parte de la historia de Madrid. El Madrid más valenciano no defraudó a nadie. Hay que estar orgullosos de nuestras tradiciones y disfrutar de ellas. Son nuestra identidad y ésta es irrenunciable. Yo nunca renunciaré a ella, puedo ir evolucionando como persona, pero siempre seré fiel a mis principios. En definitiva, como dijo Steve Jobs: “Tu tiempo es limitado, de modo que no lo malgastes viviendo la vida de alguien distinto”.

A 9000 KM

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