Un mes y todo sereno

¿Hubo cambio en la administración Estatal? Pues no se nota. Ya sea porque la gobernadora Delfina dijo que no se iba a mover a ningún servidor público o porque se han tardado los cambios, la administración estatal no observa mayores variaciones en la forma de trabajar y entregar los servicios públicos.

Durante la transición de Peña a Eruviel se tuvo un corte muy tajante entre las administraciones, aunque fueron del mismo partido se notó mucho la desmejora en los servicios públicos, la recaudación que venía subiendo, bajo drásticamente, colapsaron unos días los servicios administrativos, colas enormes en el ISSEMYM y colas aún más grandes en la Dirección General de Recursos Materiales porque se centralizó el proceso de compras de todas las dependencias (Secretarías).

Afortunadamente para los ciudadanos del Estado de México, los servicios no han tenido cambios mas que en los oficios que son calca de los formatos federales; fuera de eso, continúan los mismos servidores públicos, los mismos programas y la misma sinergia en la atención al público.

El Secretario General de Gobierno aún no muestra señales de un discurso distintivo, no expresa cambios y no realiza declaraciones a los medios. Fuera de que la denominación de la Secretaría de Educación fue modificada para darle un sentido cultural y científico, no ha habido variación en el énfasis de los programas ni en la perspectiva del trabajo burocrático.

Los cambios bruscos no son buenos, sin embargo las personas que votaron por MORENA repetían ideas como “que ya vengan otros”, “que hagan otra cosa” o “que no gobiernen los mismos de siempre”, por lo que si bien un corte es conflictivo, es momento de que se note que existe una nueva administración y un nuevo paradigma, que preferentemente sea propia de Delfina y no enviada desde la federación, es momento de que Delfina aterrice las ideas que presentó de manera dispersa y las concentre en una visión regenerativa y reformativa del Estado.

Ojalá esté equivocado, pero pareciera que no existe una visión unificadora o contundente de hacia dónde quiere ir la administración de Delfina, como si en la cabeza de las autoridades actuales existiera la interrogante “ya ganamos, ¿ahora qué?”, circunstancia que necesariamente hace que se renueve la sentencia de que MORENA sabe ganar campañas pero no sabe gobernar; pensemos pues que se lo están tomando con calma para no dar paso en falso y no estar corrigiendo malas decisiones posteriormente.

Lo que es cierto es que la gente que votó por MORENA no ha percibido el cambio que se prometió, para muestra un botón, pues se inaugura un tren a medias porque no se ha concluido, que tiene más de un año terminada la obra del Estado de México pero que falta toda la parte de la CDMX; la entrega de programas no ha cesado y los nuevos no se han calendarizado; los discursos son poco frecuentes, pero son esperanzadores de un mundo mejor pero no dicen cuándo.

Aún no esta el Plan de Desarrollo Estatal que es la línea narrativa del quehacer del gobierno, sus ideas, sus preconcepciones, sus lemas y objetivos. Algo dentro de lo que no se le pudo reprochar a Del mazo en su gobierno, fue que al entrar en funciones ya tenían prácticamente listo el Plan de Desarrollo y además el gobernador lo explicó durante todas sus presentaciones públicas durante un año.

Esperemos que todo vaya bien para nuestro Estado con vista a la recta final del año 2023.