Julio González disfruta su primer llamado con el TRI

Ciudad de México.- Para el portero de los Pumas de la Universidad Nacional Autónoma de México, Julio González, su llamado a la Selección Mexicana es un sueño que comparte con su familia, disfruta el momento y sabe que deberá trabajar mucho para llenarle el ojo a Jaime Lozano.

El portero de los Pumas de la UNAM es una historia de éxito, donde queda demostrado que los ganadores nunca se rinden y cumplen sus sueños.

Por el llamado al TRI, el portero, Julio González, admitió felicidad, ya que es un sueño cumplido que consiguió con esfuerzo y disciplina, este sueño lo comparte con su familia, quienes siempre han sido un pilar fundamental en su día a día.

Al guardameta le costó trabajo llegar a este punto de su carrera, pues en algún momento tuvo que parar por falta de oportunidades, pero la fortaleza que le dio su familia no lo dejó bajar los brazos.

“Estoy agradecido con mi familia, con mi esposa y mis hijos. Sin ellos no estaría donde estoy. Mi esposa fue sin duda el pilar principal. Mis hijos, con la corta edad que tienen deben ser los niños más apasionados del futbol, en especial el grande, y mis papás también, siempre estuvieron conmigo”, explicó.

El portero reconoció que su familia ha sido parte de su proceso como futbolista profesional y lo han acompañado en las buenas y en las malas, inclusive relató que uno de sus hijos le hizo un dibujo, donde se le puede mirar con el uniforme de la Selección de México, algo que lo llena de orgullo y lo motiva para ir por mucho más.

Julio González también confesó seguir el ejemplo de esfuerzo de su compañero de club, César Huerta, quien, junto al resto de los seleccionados le dieron una cálida bienvenida. De esta forma, el portero de Universidad Nacional se siente apoyado en todos los aspectos de su vida para mostrar sus capacidades.

“Es el momento de demostrar todo mi potencial y hoy en día estoy viviendo un gran presente. Espero sostenerlo y mejorarlo por mucho tiempo”.

Por último, el portero de los Pumas de la UNAM dijo que: “Los ganadores nunca se rinden y los que se rinden nunca ganan”.