EL VALLE DEPORTIVO

“Tú eres mejor, no pasa nada si pega home run, diviértete un ratito y quiero que sonrías, eres buen pitcher, eres mejor” Fidel López

Cuando era docente en activo, tanto en las aulas como en las canchas y/o gimnasios, siempre tuve la necesidad-obligación de tratar bien a mis alumnos, nunca insultarlos o sobajarlos o bien ni siquiera maltratarlos y en cambio, la prioridad -porque eso me inculcó mi padre- era que al menos fuera recordado como un maestro “rudo” que uno de los llamados “barcos”; la misión jamás fue fácil, pero cada ciclo escolar comenzaba de cero y circulaba en mi sangre esa premisa, así como la de dar mi mejor esfuerzo en aras de que transmitiera, no solo lo de las mejores bibliografías sino de mi mismo. Mis asignaturas y actividades conferidas, me permitieron adquirir un bagaje que poco a poco fui desmenuzando conforme fueron pasando los años entre la mejor combinación que pudo sucederme, las aulas, los estudios de televisión, las cabinas de radio y los medios impresos, en cada sitio con la firme convicción de hacer de mi proceder un arte y un proceso perene de enseñanza-aprendizaje. Estoy convencido de que el factor primordial para poder aportar a la niñez y juventud estudiantil y, también, en el proceso laboral, es el respeto y el gozo por lo que haces, de tal suerte que de pronto surgen aquellos momentos que te marcan para toda la eternidad como lo son un abrazo, un apretón de manos, una sonrisa, unas lágrimas, el sentimiento -otorgado y recibido- de orgullo y por supuesto el inmenso: hasta entonces…

Porque de pronto pareciera que concluyes con una faceta y emprendes otra, pero ¡no! la vida te va poniendo en el lugar correcto, con las personas precisas, en el entorno que debes sortear de la mejor forma, desarrollando habilidades, conjugándolas con emociones y muchas veces, a menudo, casi siempre a diario, con un hilo rojo invisible de comunión que solo lo encuentras cuando notas, ves y sientes en la mirada y/o sonrisa de tu alumno, jugador, atleta, compañero, compañera, aquellos cómplices perfectos que existen para validar que tu paso por este mundano territorio no es obra de la casualidad y que, por tanto, cuando siembras esa semilla de la posibilidad de crecimiento en alguien y ésta prospera y se desarrolla y desenvuelve mejor que tu, eso, eso es lo que la vida, la divinidad en la que creas, el cosmos, el universo, o tu mejor sueño, con lo que te premia, porque ¿sabes? no hay nada mejor que ser agradecido y empecinado en lograr lo que te propones, dejar huella honda en cada uno de los que llegan a apreciarnos -aunque sea- por mínimo que sea, si conseguimos esto, somos seres privilegiados.

Y para muestra -aunque lo he visto infinidad de ocasiones y en casi todas las disciplinas deportivas- lo que sucedió con el entrenador Fidel López, coach en la novena mexicana infantil-juvenil, que participa en la Serie Mundial de Ligas Pequeñas en Williamsport, Pensilvania, cuando ante el nerviosismo y el miedo de uno de sus pequeños peloteros, no dudó un instante y subió a la lomita a brindarle la mejor expresión que debemos otorgarle a los “chavos” y no cargarlos de presión; obviamente le dio ánimos para olvidarse de todo lo malo y disfrutar la experiencia, a cambio de: ¡diviértete! sonríe, y mi tan consabida frase de: ¡no pasa nada! Y la neta es que no ocurre nada, solo hay que dejar que el tiempo y el destino hagan su parte y nosotros la nuestra, lo que ocurre es que debemos apostar a los procesos del deporte en general cuando en primera instancia siempre y en cada momento y lugar es jugar, después, en un proceso corto de tiempo, comienza la aventura llamada competencia para arribar con cimientos sólidos y bien construidos al alto rendimiento sin dejar de lado los estudios, tal como lo hacen en ésta edición 76 de la serie, los trece “chavos” de Tijuana, por cierto menores de doce años, donde en su primer juego, justo donde se dio el hecho del coach López, terminó con derrota para México (6-1) ante los representantes de Japón, pero, insisto, se vivió uno de los momentos más emotivos. Más tarde, este domingo pasado enfrentaron a su similar de Canadá a quienes derrotaron con pizarra de 10-1, con lo que siguen con vida en el torneo infantil de beisbol. Con esta victoria, México espera al perdedor del juego entre la Liga Pequeña de San Francisco (Maracaibo, Venezuela) y la Liga Pequeña de Pabao en Willemstad, Curazao, para continuar en la Serie Mundial de Ligas Pequeñas, al encontrarse en la llave en la que ya solo queda ganar o ganar, por lo que el encuentro ante Venezuela o Curazao se celebrará este martes.

Dicen -comúnmente- que las palabras se las lleva el viento. A veces sí, pero creo que la mayoría de las ocasiones se quedan -al menos- con nosotros, sobre todo, aquellas que duelen y carcomen, empero, las que salen de alta empatía, cariño, ternura y amor, esas, son las que se llevan tatuadas hasta la eternidad, los valores como confianza, respeto y admiración, son tan solo la punta de lanza, tanto para niños y jóvenes deportistas, como para entrenadores y padres de familia porque gracias a eso y otros más -muchos más- queda claro que con la adecuada actitud y la muestra por dejar en claro que en la etapa de niñez, la formación del deporte es lo importante para cosechar valores y transmitirlos a todos.

Pásenla bien!!!