AMLO anuncia conferencias para analizar libros de texto

Ciudad de México.- Ante la polémica por los libros de texto gratuitos que próximamente se distribuirán, el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció conferencias vespertinas a partir de la próxima semana, para hacer una revisión libro por libro y así despejar las dudas.

“Vamos a revisar los libros y que nos informen los que lo hicieron, que son maestros, que son pedagogos, que son especialistas de todas las materias, nada más que no nos vayan a censurar”, dijo en su conferencia de prensa.

El tabasqueño dijo que dichas conferencias, se realizarán por la tarde en Palacio Nacional y en ellas estarán quienes se encargaron de la elaboración de los libros de textos y estarán encabezadas por la secretaria de Educación, Leticia Ramírez, en las cuales se revisará libro por libro.

Agregó que dicha revisión, se realizará por una o dos semanas, en un horario tentativo de las 17:00 a las 19:00 horas, “para que haya más diálogo circular” e incluso dijo que los asistentes podrían tener acceso a dichos materiales para que los vean y analicen.

López Obrador aseguró que mostrará facturas de editoriales españolas que se dedicaban a hacer los libros y con cuyos contratos para este fin se garantizaba que los periódicos, que eran de su propiedad, hablaran bien del gobierno.

El titular ejecutivo ha defendido los libros de texto gratuitos, pues aseguró que “están muy bien hechos” y fueron elaborados por especialistas, por lo que garantizó que se distribuirán para el próximo ciclo escolar que iniciará el próximo lunes 28 de agosto de 2023.

Ante las críticas por los contenidos y al señalar que también contienen errores, diversos gobiernos de estados determinaron no distribuir dichos materiales, entre ellos se encuentra Chihuahua.

Por otra parte, respondió este viernes al Gobierno texano, que son “malos gobernantes y malos cristianos” ante el intercambio de declaraciones que desató la muerte de dos migrantes en el río Bravo, donde Texas instaló un cerco de boyas y alambre de púas.

“En sus iglesias los van a cuestionar sus pastores evangélicos, los sacerdotes católicos, sus hermanos de religión, porque además de que están actuando como malos gobernantes y malos ciudadanos, están actuando también como malos cristianos”, expresó el mandatario en su rueda de prensa diaria.

El gobernante mexicano reaccionó a las declaraciones de Andrew Mahaleris, portavoz del gobernador de Texas, el republicano Greg Abbott, quien el jueves acusó a López Obrador de una “política de puertas abiertas” a los migrantes.

Ante las críticas que el presidente de México hizo el jueves a Texas por la muerte de dos migrantes en la zona de las boyas instaladas por el gobernador texano, el portavoz de Abbott contestó que “si realmente se preocupan por la vida humana, deberían hacer su trabajo y asegurar la frontera”.

“Es muy inhumano todo esto que está sucediendo. No se puede debatir con quienes no tienen conocimiento de la condición humana, no saben del porqué de la migración o, aunque lo sepan, no les importa. Ellos actúan de manera inhumana y en forma inmoral”, reviró ahora López Obrador.

La indignación ha crecido en ambos lados de la frontera desde la tarde del miércoles y la madrugada del jueves, cuando el Gobierno mexicano reportó el hallazgo de dos cadáveres en Piedras Negras, ciudad fronteriza con la urbe estadounidense de Eagle Pass, Texas.

El Gobierno mexicano ha identificado a uno de los fallecidos como un migrante hondureño, pero la identidad del otro y la investigación siguen pendientes.

“Sí, es muy triste porque una madre reconoce a su hijo y es un joven que es identificado de Honduras. Están haciendo toda la investigación sobre lo que realmente sucedió, pero hay que esperarnos”, comentó López Obrador.

El Gobierno mexicano ha elevado sus reclamos a Estados Unidos por acusar a Texas de violar tratados bilaterales de aguas y derechos humanos con las boyas y el cerco de alambres que el gobernador ha colocado en el río Bravo para frenar a los migrantes.

Las obstrucciones de Texas están en un tramo de 305 metros en la zona de Eagle Pass, de los que 230 metros corresponden a México, según ha denunciado la Secretaría de Relaciones Exteriores, que ha enviado dos quejas diplomáticas a Washington al respecto.