Ministr@ por un día

Imagínense un sueldo, bueno, un “sueldazo” de 297 mil, 403 pesos mensuales, casi 300 mil pesos, un aguinaldo de 586 mil 092 pesos, primas vacacionales de 95 mil 474 pesos, un fondo para comer en restaurantes de lujo que rebasan los 723 mil pesos al año, y un comedor especial donde pueden ordenar a la carta alimentos y bebidas alcohólicas (solo tequila). Estos, son 5 de los 39 privilegios de los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación que se dieron a conocer el pasado 11 de mayo, en dónde más, en la conferencia matutina del presidente López Obrador.

Es impactante darse cuenta de la brecha que existe en el nivel de ingresos de la población mexicana, y para quienes pensaban que nadie ganaba más que el presidente, aquí el ejemplo de los 11 “faraones” que integran la “tremenda” Corte de Justicia de la Nación, a quienes les tiene sin cuidado lo que señala la fracción II del artículo 127 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, “ningún servidor público podrá recibir remuneración por el desempeño de su función, mayor a la establecida para el presidente de la República”, quien percibe un sueldo bruto mensual de 174 mil 026 pesos y neto 120 mil 948 pesos.

Este asunto es importante y tiene que ser visto, reflexionado y analizado sin importar el color de partido que gobierne, toda vez que ha estado ajeno a las y los ciudadanos y hoy que se hace visible y existe la posibilidad de cuestionar y discutir, “algo” se debe hacer para controlar estos despilfarros de dinero, pues mientras las y los ministros de la Suprema Corte tienen “derecho” a 180 y 8 mil pesos al año tan solo para compra de medicamentos, el “Informe de Evaluación de la Política de Desarrollo Social 2022”, que presenta un diagnóstico de los contextos económico y social del país en el periodo 2018 – 2022, señala que las principales carencias que enfrentan los mexicanos en condición de pobreza —55.7 millones— es el rezago educativo y precisamente la falta de atención médica.

El nivel de vida que tienen estas 11 personas, no se asemeja al que tienen el promedio de la población en México, y aun no termino con el listado de privilegios como los denominó el presidente; (6) Presupuesto de 5 millones 540 mil 930 pesos mensuales para contratar personal, además del personal de la Corte, tienen la posibilidad de contar con trabajadores domésticos, (7) Dos vehículos blindados tipo Suburban con valor acumulado de 6 millones, que se renuevan cada dos años, (8) Pago por riesgo de más de 640 mil pesos al año, (9) Apoyo para gasolina, 22 mil pesos mensuales, (10) Apoyos ilimitados para el pago de peajes en autopistas, (11) Algunos ministros, también cuentan con escoltas al Servicio de Protección Federal, (12) Seguros para autos y casa habitación, (13) Atención especial para reservación en restaurantes, trámites de licencias, visas y cualquier otro trámite, (14) Atención personalizada en el aeropuerto, (15) Viáticos para vuelos, hospedaje, comidas en viajes oficiales tanto en México como en el extranjero, para lo que les otorgan pasaportes diplomáticos a ministros, ministras y su familia nuclear, (16) Salones especiales en el aeropuerto para ofrecerles comidas y bebidas exclusivas, (17) Dos periodos vacacionales al año de 15 días cada uno, o sea, un mes, (18) Tres equipos de cómputo e impresión, (19) Seis teléfonos celulares de “gama alta” para ministros, familiares y personal de apoyo, con plan ilimitado de datos que se renuevan cada año, (20) Tres iPad con servicio de internet ilimitado, (21) Papelería personalizada, (22) Computadoras, impresoras e internet en su domicilio pagado por la Suprema Corte de Justicia, (23) Apoyo de soporte técnico por parte de personal en la Suprema Corte, (24) También pueden instalar videovigilancia en sus casas con cargo al erario, (25) Seguro de gastos médicos —30 millones en adelante— para toda su familia, (26) Ciento ochenta y ocho mil al año para compra de medicamentos, (27) Atención especial por parte del personal de la Suprema Corte y aseguradoras en cualquier trámite de seguros, (28) Seguro de vida institucional —12 millones—, (29) Pago por defunción, 1 millón 189 mil pesos, (30) Ayuda para gastos funerales —30 mil pesos—, (31) Apoyo económico para lentes a cónyuges e hijos, (32) Pensión vitalicia con casi la totalidad del sueldo cuando se retiran, (33) Aparte, una liquidación, (34) Se les permite quedarse con los vehículos que tuvieron asignados, (35) Se les pagan dos personas de apoyo para estar en su servicio en la jubilación, (36) Seguro de separación individualizada —20 millones—, (37) “Acceso a un área de atención especial para ministros jubilados, (38) Un estímulo por antigüedad de mil pesos anuales, (39) Tienen 14 fideicomisos por 20 mil 149 millones de pesos que se utilizan para mantener estas prestaciones de por vida. Lo anterior, se traduce en 73 mil 723 millones de pesos, presupuesto del año 2022.

Esto escapa de lo racional, revisemos a detalle estos 39 “beneficios” a los que acceden las y los ministros para identificar cuales son realmente necesarios y cuales tienen que ver con lujos y excentricidades. Los ciudadanos no tenemos por qué pagarles este estilo de vida, ya que con el sueldo que tienen, ellos pueden pagar mucho de lo que sale de nuestros impuestos. Reprochable, reprobable y de muy mal gusto que esto suceda en la SCJN, no hay justificación que valga con una situación económica tan difícil como la que enfrenta el país, pero mientras ellos siguen con una vida de faraones, la gran mayoría de los mexicanos solo podemos imaginar que seria de nosotros con estos 39 privilegios si fuéramos “Ministr@s por un día”.