SIN TON NI SON

Sólo son tres los problemas con el agua. Hace algunas semanas se presentó un problema grave de falta de agua para abastecer a la ciudad de Monterrey. Esto encendió alarmas y ha repercutido en la necesidad de realizar nuevas grandes obras para tratar de evitar que esto vuelva a suceder. Sin embargo, el nivel de las presas del Sistema Cutzamala se ubica en un 52%, lo que implica que si se prolonga el estiaje podríamos enfrentar un problema de abastecimiento para la zona más poblada de la República Mexicana. Bueno, de lo que quiero hablar en este espacio es de la problemática que nos presenta el agua a los habitantes de este planeta y, como digo al principio, tan sólo son tres, digo tan sólo de una manera un tanto sarcástica, porque estos tres problemas son de una magnitud tal que su solución es sumamente difícil de lograr. Estos tres problemas son: Escasez, Abundancia y Contaminación.

1). Escasez. Como establecí en el primer párrafo, cuando no hay lluvia no hay agua que poder almacenar en las presas. El agua de los ríos es detenida mediante estructuras hechas por el ser humano para utilizarse en actividades propias para preservar la vida. El agua se usa para consumo del ser humano, para beber, pero también para el aseo personal, preparar alimentos asear los espacios donde uno vive, es lo que llamamos uso doméstico. Pero también existen otros usos, como son el uso agrícola, el industrial, el pecuario (dar de beber a los animales y a las plantas que ellos consumen), acuacultura y hasta uso recreativo. Todos estos usos sirven a que la población tenga bienestar, ya que son para producir alimentos (en el caso agrícola, pecuario, acuacultura e industrial) bienes manufacturados (industrial, agrícola) y esparcimiento (balnearios, turismo acuático).

Cuando el agua escasea se rompe un equilibrio que existe entre la oferta y la demanda, y entonces se deben establecer prioridades para considerar a quién se va a abastecer primero. La legislación mexicana establece que el uso prioritario es el público urbano, es decir, abastecer a la población. Cuando haya poca agua la prioridad será designarla a los centros de población. Un promedio de dotación de agua para cada persona en un clima como el de nuestro valle, oscila entre 195 y 250 litros cada día. Pero, según organismos internacionales, el mínimo propuesto para situaciones críticas debe ser entre 25 y 50 litros por persona cada día. Esto nos indica que, en una situación de emergencia, una política para atenderla podría ser reducir la dotación de 250 a 50 litros por habitante y por día.

Ahora mencionemos el asunto de las aguas subterráneas, ya que muchas ciudades se abastecen con el agua que se extra de los acuíferos mediante pozos profundos. El agua que se extrae de los acuíferos es un agua que se encuentra almacenada debajo de la superficie terrestre y esta agua también es producto de la lluvia, que se infiltró y alcanzó el fondo del acuífero, para después irse almacenando. La cantidad de agua que se infiltra a un acuífero cada año se conoce como recarga, y puede considerarse como renovable. Sin embargo, cuando se extrae un volumen mayor al que se infiltra en un año se produce el fenómeno conocido como sobreexplotación; cuando esto sucede se está extrayendo agua que se ha venido almacenando muchos años antes de que se empezaran a construir pozos. El problema aquí es que esta agua almacenada data de hasta hace diez mil años, o sea que ya no es renovable y sí pone en peligro su agotamiento.

Continuaré con los tres problemas del agua en la próxima colaboración.

Comentarios: [email protected]