A MITAD DE SEMANA

A mitad de la semana

Por: Julián Chávez Trueba

Un análisis crudo del cierre de pre campañas

Estimados lectores, el día de hoy no esperen en esta columna (como nunca) complacencias, asistencias o publicidad pagada, sobre todo porque nunca queda uno bien, y más cuando no se habla con la mayor honestidad y transparencia respecto de lo que uno siente, vive y cree al respecto de las palabras que aquí se escriben.

Por análisis crudo me refiero a la observación de las cosas no inmediatas, fuera  de lo publicado en medios y del análisis de quien gana y quien no, por lo que encuestas y demás, por el momento están excluidas de esta opinión, así que queda sólo lo más crudo de la política: los hechos.

Ambos eventos fueron prácticamente idénticos. Los dos llenos de acarreados, en una plaza magna, en Texcoco, en compañía de los grandes personajes o ideólogos de cada partido, llenos de promesas, ambos eventos con discursos asumiéndose opositores, ambas presentándose como la más grandes de las diferencias, pero sobre todo, ambas asumiéndose el mesías que renovará una época de abundancia, de mejoras, de bienestar y con poco contenido sustancial en sus propuestas.

Como esto pareciera ser irrelevante, lo único que puede observarse con veracidad es lo siguiente:

  1. Efectivamente Alejandra del Moral llevó muchos más simpatizantes a su evento, pero ambos eventos, de MORENA y del PRI, estuvieron plagados de acarreados, por lo que la magnitud de la gente que acudió a ambos eventos queda en entredicho debido a que en ningún caso son verdaderos simpatizantes.
  2. El evento PRIista mucho mejor organizado, todos llegando a tiempo, con discursos rápidos y la candidata luciéndose como debe de ser. Todos los grupos de personas bien identificados, avanzando con agilidad, irrelevante si fueron comprados o pagados, no hubo violencia en todo su trajín.
  3. El evento de MORENista con gente saliéndose porque aparentemente no le pagaron lo que les iban a dar, deshidratados, la candidata tardó 4 horas en arribar, e incluso en redes sociales hay videos de algunos propios simpatizantes que reclaman un pago que no les fue dado y lo resuelven a golpes.

En este sentido puede concluirse que el diferenciador más preciso es que de lado del PRI los operadores son mucho mejor organizados que sus similares de MORENA. Esto sin duda nos otorga un hecho, que si bien el gobierno exige muchas cualidades de la autoridad que gobierne, sin duda el PRI demuestra que puede organizarse mucho mejor en el gobierno.

Ambas se dieron por ganadoras de la contienda que supuestamente aún no empieza de manera oficial. Se asumieron como candidatas de unidad e insisto en que se presumen como una diferencia en el rumbo, como si de alguna manera se supiera lo que está mal sin admitir errores, sobre todo parece que lo errores son tan grandes y evidentes que se convierten en culpas, y esas culpas recaen en numerosos operadores de ambos partidos que han sido autoridad o que continúan siendo autoridad, es decir, que ambas cuentan con lastres en su militancia o en sus antecedentes.

Ojalá que en las campañas, ambas candidatas asuman posturas más cercanas a la gente. MORENA se presume del pueblo pero es claro que no han hecho más que dar “retornos” de dinero líquido a su gente y de ahí, jamás se podrá generar bienestar. El PRI, se ha alejado de sus bases y de la creación de líderes populares. Así que si ambas pre candidaturas cerraron iguales en Texcoco, ojalá que el diferenciador no solo sea su organización, sino su discurso, su intención, pero sobre todo, expongan verdaderas propuestas.