“Nadie nace genio ni predestinado a serlo. No existe diferencia entre la naturaleza de la inteligencia de un genio y la de un hombre normal… ¡Todos somos inteligentes! Hasta ahora se ha enseñado conocimientos, pero no se ha enseñado a pensar”. Luis

Pasado-pisado y, ya repuestos del año 2022 y por consiguiente de nuestras frustraciones y de las expectativas no cumplidas, hablando, en directa oposición a las esperanzas y las ilusiones, de unas muy entendibles anticipaciones casi catastróficas, nos toca volver a la realidad del sueño, aspirar, creer y crear, de intentarlo una vez más, no ceder terreno a lo caótico, de cuidarnos y cuidar a los demás, de generar y construir, pro lo más importante cerrar filas en la salud y protegernos de cualquier indicio de malestar y molestia. Es inverosímil como muchos aún dudan del daño y de las consecuencias y es verdaderamente desgastante tener que convencerlos de que uno sufre alguna condición porque resulta que no lo creen, ¡bah! y otros, le juegan al canelas como sus propias creencias sin reparar nada. En fin. Mis mejores deseos para este año y los siguientes.
Hace unos días que elaboraba una presentación con relación al deporte y su aporte al mundo y el cómo afronta la sociedad nuevos retos, comencé con la consabida idea de que nada es mejor en un inicio que tener, hacer y pensar en un juego, o sea, primero debe estar la condición de disfrutar las bondades que nos brinda el deporte y sus aristas, el ingenio, el estímulo y satisfacción que produce, el saber que la memoria aprende a guardar como un tesoro escondido los valores y sorteos que eso implica, impulsa el hábito de pensar antes de actuar, el deseo de aprender, el placer de reflexionar e incluso predispone a concretar en hechos ideas, planes y proyectos. De ahí la importancia de que la Cultura Física y el deporte -aunque a uno que otro le cause escozor, risa y burla, porque no todo es futbol- tenga su incorporación en la enseñanza en todos los niveles para generar mayor impacto que elimine vicios y malas costumbres y que por tanto se encumbre en la incansable búsqueda de la felicidad deportiva contando con talentos y abriendo los espacios para que sean cada vez más los infantiles y juveniles quienes cuenten con el soporte correcto y adecuado de una buena instrucción educativa y deportiva. Sigo creyendo que este año puede ser el despunte de ello por las generaciones que están y por las que vienen y es ahí, donde el aporte necesario de gente productiva que ama el deporte y que no busca robar, ni llenarse los bolsillos a costa de otros, será el envión que veremos muy pronto.
Por lo pronto, se abre un panorama de cambio, de nuevos aires, con ráfagas de esperanza y dejar -como señalaba en otros textos atrás- los fracasos en el tintero ya que éstos sólo deben significar saber que no se debe volver a hacer, porque está claro lo que se olvida o se hace como que se olvida: se repite y no estamos como volver la marcha atrás. Ya se cayó en un vicio visible cualquier escenario deportivo, donde somos testigos de dimes y diretes, pugnas por el poder, pero más el económico, con aspiracionistas que ni estudios tienen y sólo quieres seguir estirando la mano y llenar sus arcas personales y las de sus familiares, basta ya de esa considerable corrupción e influyentismo que tanto daña a nuestro país. Afortunadamente los tiempos cambian y las realidades también.
Para los que sólo piensan y “saben” de futbol, le opaca el momento de saber que este año es catalogado como uno de los más importantes en el orbe deportivo porque habrá competencias durante los 12 meses en cualquier disciplina, y lo mejor que es a nivel amateur como profesional y hay para escoger; además, año definitorio para los JJOO París 2024 con paradas obligadas en San Salvador y Santiago de Chile, con los JJCyC así como los JJPP; campeonatos mundiales de taekwondo, tiro con arco, voleibol, el de atletismo, etc., solo basta estudiarle un poquito más y abrir la mente y el caparazón para que rinda la mentalidad positiva de un cambio constructivo. Los nuevos baluartes no se limitan a lo que pasó ayer, por el contrario, los tiempos son tanto para cambiarlos como para vencerlos y establecer mejor y más marcas, tiempos y proezas. México tiene con qué, cuenta con la materia prima de primer mundo, sólo es cuestión de que no caigan en la miseria populachera del triunfismo y conformismo, después, vamos todos de gane y como muestra está el renacimiento o despertar a la práctica competitiva en el deporte escolar, social y el tema de inclusión que consta de abrir más fronteras con una mejora sustancial de mentalidad y cobijar a los mejores deportistas. Y, si a esto le agregamos las bases de una mejor educación bien compaginada, créanme que tendremos mejores deportistas preparados, con bases y conocimiento. Con razón Federico II (1712- 1786) destacó: “Conocimientos puede tenerlos cualquiera, pero el arte de pensar es el regalo más escaso de la naturaleza”
Pásenla bien!!!