La hiper victimización

En estos días nuestros comentarios, aunque no sean malintencionados, muchas veces resultan ser un gran problema cuando alguien los utiliza de formas diversas para ser constitutivos de una ofensa grave. Pareciera que nos encontramos como un elefante caminando en una cristalería, casi cualquier cosa que digamos puede ser tomada a mal, aunque no queramos.
Hace unos años un cantautor del regional mexicano dijo que no le servía una mujer si no sabía planchar ni lavar; las redes sociales se volcaron en comentarios en contra, que si fuese doctora, que tiene la maestría, que si es especialista, que así no sirve como mujer; cuando la respuesta es un simple no, no sirven estas cualidades para él, así de simple, sin ser grosero ni pretencioso, simplemente él necesita una mujer así, por su gusto, nunca dijo que no valían, o que no servían para nada, o que las mujeres únicamente valen si saben planchar o lavar.
Este por supuesto es un ejemplo en el cual puede inferirse el resultado, pero hay otros que no tienen nada que ver y que de todos modos hay alguien que se siente ofendido. Los mexicanos somos aparentemente susceptibles a eso que se le llama hiper victimización.
¿No lo creen? Basta con acordarnos de la escena en que supuestamente Messi dentro de unos de los vestidores patea la playera de México después de haber ganado Argentina sobre México. La gente enfureció porque sin duda en el video se aprecia que hay un contacto del botín de Messi con la playera del equipo mexicano que yace en el piso. La verdad es que no se le ve intención y parece que ni le toma la menor importancia, pero resultó en esta ola de enojos a favor de la dignidad de México, Saúl “el Canelo” Álvarez pidió se respetara a México, que no iba a permitir que no se le diera el trato digno que merece cualquier mexicano.
Messi salió a aclarar las cosas y no hubo mayor inconveniente; Guardado que era el dueño de la playera salió a favor de Messi y Canelo tuvo que disculparse por la afrenta que había lanzado en contra de Messi.
Lo interesante aquí es la facilidad con la que se prende la mecha de la víctima en nosotros, se trató de una playera de México, no de México, ni de su bandera, ni de un mexicano, sólo era una playera, una pedazo de tela verde que se ponen en el torso de una persona, que incluso puede o no ser mexicano.
Existen algunos conceptos interesantes que pueden apreciarse: el factor de significado y significante, el grado de sensibilidad, el gusto por ser víctima y la necedad. El gusto nace en estar grabando a “El Tata” Martino, D.T. de la selección mexicana al momento de meter un gol Argentina o al momento de despedirse del equipo blanquiazul, sólo para ver si se ríe, si se emociona, si ya estaba planeado, etc., cuando claramente no hay absolutamente nada de eso.
Lo que es interesante es que todos están listos para volverse víctimas en lugar de asumir responsabilidades, puesto que es más fácil culpara alguien que reconocer la responsabilidad.