“Un trofeo o una medalla se llenan de polvo, pero las memorias viven para siempre” Mary Lou Retton.

El tema de por sí resulta incómodo e incomprendido; de pronto, también se aísla de la realidad y se torna complicado sobre todo cuando aún se tienen las ganas de seguir, sin embargo, pasa por el tema de que el cuerpo y los años te piden y enseñan a que ya no más en el alto nivel competitivo. Así es el deporte, y muchos -casi a todos- el pasar del padre cronos va avisando cuando es propicio decir: hasta aquí y/o adiós a la competencia, a los entrenamientos y son instantes que deben prepararse para que no duela tanto… El retiro deportivo es un ciclo del atleta y/o deportista que en algún momento va a llegar -sí o sí-, ya sea por una lesión, la edad, un problema familiar o una situación económica, pero en la mayoría de los casos, este tema lo deja de lado, por el miedo de vivir este proceso o por verlo como algo negativo y a veces se gana más -en todo sentido- que seguir, hasta en algunos casos, sufriendo, cuando esta condición lo único que debe generar es tranquilidad, al menos desde ese lado del deporte, porque quienes apuestas y se dedican a entrenar y transmitir sus experiencias y enseñanzas, palidecen pero desde otro ángulo, por ello, considero y creo firmemente que es importante que los deportistas, atletas y en su caso entrenadores, en lugar de preocuparse por lo que vaya a pasar, opten por actuar y planear lo que hará en su futuro y establecer objetivos. Ésta es la mejor manera de enfrentar el proceso, es decir, planearlo, decidirlo y ejecutarlo, no importando que falte un año o tres para el retiro, porque deben ser conscientes de que pueden llegar a tener una lesión y dejar el deporte. Y aquí toma relevancia el establecimiento de objetivos, ya que sin ellos se deja la motivación de lado y también saltan preguntas como ¿qué voy a hacer después? o ¿qué va a pasar con mi vida? son algunas de las interrogantes que empiezan a rondar por la mente de los deportistas cuando se acerca el retiro, por lo que aparece el estrés, la tristeza y la ira, pensamientos negativos por no tener un plan de vida a futuro, afortunadamente este punto es ya el de menor impacto, porque en una gran mayoría optan por estudios, negocios y/o preparación académica o el ingreso al terreno laboral de otra manera. A lo anterior tendremos que ser respetuosos de las decisiones que tomen los deportista o atletas, porque además de todo, son y serán ellos los que concluyan con su faceta, no los medios de comunicación, no otra persona, incluso, ni el mismo club al que pertenecen, no hay poder humano más que el único que cargan sobre su humanidad para su partida, pero es cierto que las ventajas y desventajas de seguir o dejar el deporte, continúa con el establecimiento de dos objetivos: los deportivos y los de vida.
Y esto tiene un ejemplo muy claro hoy en día, una jovencita de 32 años de edad, jalisciense, Ruth Castillo, deportista de gimnasia rítmica, quizás la que encumbró en esta disciplina y deslumbró a propios y extraños, dijo adiós a su carrera como gimnasta, misma que le permitió cosechar innumerables alegrías y triunfos a lo largo de 20 años y por sentir que su ciclo terminó y que, las nuevas generaciones necesitan mayor enfoque en el cuidado y desarrollo de esa y otras disciplinas, situación que la ha dejado muy satisfecha con lo logrado, además de que, sin duda, el saber disfrutar de la alta competencia transforma hábitos y conductas, aun cuando también pueden suceder situaciones extras, pero en la gimnasia en general, se muestra como una disciplina altamente constructiva de valores y carácter, formadora y educadora para el futuro mediato. En compañía de sus compañeros y amigos, como los también gimnastas: Alexa Moreno, medallista mundial; Fabián de Luna, campeón panamericano; Dafne Navarro, finalista en Tokio; Iván Veloz, campeón mundial; y Ahtziri Sandoval, seleccionada nacional; además de otras personalidades de talla mundial en la disciplina y alumnos del Code Jalisco y Fernando Ortega Ramos, Director de Code Jalisco, Ruth compartió la “Última Gala” dejando constancia de que su paso por los escenarios deportivos no es obra de la casualidad y que el retiro es un paso más que se define con alta responsabilidad civil y deportiva para abrir el espacio y camino a los nuevos talentos, a quienes, señaló, privilegiará en abonar sus experiencias y conocimientos para que sigan cosechando medallas a nivel nacional e internacional.
El caso en comento es específico, cuando un deportista y/o atleta opta por dejar de lado la alta competencia, es que va llegando el momento sensato y con el tiempo se va asimilando cada vez mejor, se quedan marcados recuerdos, pero no hay nada mejor que hacerlo en plenitud, con salud, en vida y que los logros son el trampolín para quienes vienen pisando fuerte. Felicidades a Ruth Castillo, y bienvenida a esta faceta que no cualquiera sabe y puede realizar, por eso hay que prepararse y estudiar mucho: administración de organizaciones deportivas. ¡Que tengas éxito!
Pásenla bien