EL VALLE DEPORTIVO

Cómo estarán las cosas en el país en materia de políticas públicas del deporte, que entre las grandes esferas federales no se pueden -ni se pondrán- de acuerdo para dejarse de tanta habladuría y dedicarse a lo que realmente se necesita. Basta ya de chismes de lavadero, con jalón de cabellos, piquetes de ojos, sacadas de lengua y cuello giratorio tal cual Yama del Perú, con sendos mensajes de: me vale madres tu opinión, hago como que no escuché y no existes, etcétera. Además, también están aquellas viejas mañas de acusadores con quien se ha encargado de señalar, exhibir, apuntar y desatar, es decir, “te cuidado porque le voy a decir a papá y te va a regañar y/o exiliar eh” esta situación nos ha rebasado a todos y afanosamente buscan darle tanto salida como cierre de la peor “administración” del deporte a nivel federal como sea y con lo que se les ocurra. Para muestra un botón.
Resulta que la semana pasada, Marcelo Ebrard, secretario de Relaciones Exteriores, declaró que México puede ser sede de Juegos Olímpicos pese a oposición de Ana Guevara y que él, cuenta con el respaldo del ejecutivo nacional. Es decir, acá el pleito deja claro que las cosas no van nada bien en ningún sentido y que, infortunadamente en nuestra materia también se cuecen habas y se tiran con todo. Unos cuantos tratan de guardar las “apariencias” y otros las demuestran bien quitados de la pena. Esta telenovela en la que se ha convertido el deporte nacional en esta administración nos deja claro que el abuso de poder, la soberbia de las pseudo autoridades y el egoísmo sin límite de algunos “titulares” ha cavado hoyos que por doquier, hoy en día hasta la investidura más elevada carece de formación profesional y denota un desconocimiento total de temas en lo particular y en lo colectivo, situación que nos toca enfrentar como un retroceso por lo menos de 20-30 años y que, sin duda será un trabajo arduo rescatar los cimientos, fortalecerlos y edificar un nuevo modelo físico-deportivo y cultura física que redunde en beneficio de toda la población.
México está para realizar cualquier evento deportivo de corte mundialista y el olímpico también, esa no es la situación, pero la realidad rebasa cualquier escenario de pudieran concretarse en un futuro mediato, es más, la propuesta del canciller es un poco futurista al señalar los años del 2036 ó 2040, o sea, dentro de 14-18 años para que se disputen lo cual a simple lectura resulta todo un reto asimilar, pero vaya, aún cuando se sabe que para poder aspirar a ser sede un país debe reunir características especiales y cubrir todos los puntos convenidos en las convenciones de la materia, y que, tienen fecha de caducidad, por lo que aún cuando pareciera lejano, no es tan mala idea, porque los JJOO de París están más cerca, le seguirán Los Ángeles en el 2028 y continuarán allá en Brisbane, Australia en el 2032, o sea, visionario es el tema del olimpismo que da cabida y salida a cada nación para alzarse como una herramienta de paz y hermandad, ¿México la tiene en estos momentos, como para lanzarse a candidatear ser sede cuando la titular de la Conade dice que No, el canciller dice que sí y el COM mediante su figura decide apelar a la unidad?????
No quitar el dedo del renglón para que México vuelva a organizar unos Juegos Olímpicos, no es pues nada mala idea, pero que se pongan de acuerdo los organismos y el poder ejecutivo para elevar la petición de ser sede, ese es el único y desmotivante problema. Además, valdría la pena ponerse a pensar que en las siguiente administraciones federales también deben darle seguimiento y cauce a esta solicitud y ejecutarla a como dé lugar, porque eso representaría una esperanza de reposicionamiento y recuperación del deporte y su cultura, dejando en el olvido los malos manejos, aunque sea que esto tomará, incluso, mucho más tiempo del que soñamos y ojala mi divinidad me permita verlo y ser testigo, el deporte nunca morirá, la cultura física será el estandarte de lucha perenne ante la adversidad y como el silogismo: sí y solo sí, cuando México tenga un buen administrador del deporte que no esté doblado ni arrodillado ante el adversario que desconoce de todo y sólo defiende una disciplina y no conoce más allá, sólo entonces, que vengan incluso muchos más JJOO, campeonatos mundiales, series mundiales, copas, etcétera.
La estrategia política exterior de guardar y preservar el lugar de México, aunado a las políticas públicas del deporte y cultura física, dará efectividad sobre pasos subsecuentes y evitar la caída libre sin salvavidas de este lamentable hoy. Al menos yo, si quiero ver y estar en otros Juegos Olímpicos en México, ojalá se acepte -al menos- que se proponga la candidatura para el 2036, falta poco para el cierre de las propuestas, donde por cierto también contendrían Londres, Estambul, Budapest y Doha, y la neta, igual puede ser que quede como una asignatura pendiente de esta “#$%& administración, pero ¡ojo! la próxima vez que se revise ya estaríamos hablando del 2050 ó 2060, y probablemente ya no nos tocaría -a muchos- presenciar eso.
Pásenla bien!!!