El país necesita de la Educación Física y necesita del deporte.

“El país necesita de la Educación Física y necesita del deporte. La Revolución no podía desentenderse de esa preocupación. Si la Revolución se desentendiera de esa preocupación, estaría descuidando un punto fundamental, que hará posible, en el futuro, una ciudadanía más saludable y mejor, como aspiramos a tener” Fidel Castro.

Parafraseando al mítico y otrora líder cubano Fidel Castro, vaya que esas palabras emitidas allá por 1961, tendrían el impacto visionario y realista conforme a una cultura deportiva distinta, incluyente, eficaz, pero sobre todo impactante por lo que se conoce de aquella época de Revolución. Tomando en cuenta esas líneas y trayéndolas al presente en nuestro país y más aún cuando reviso el proceder de ciertos personajes en todos los ámbitos, no sé por qué no me sorprenden las acciones y alcances, lo que sí, el cinismo y descaro con los cuales se manejan aparentando ser inocentes e inofensivos, sonriendo por doquier y lanzando alabanzas de bondad y bonanza, argucias que solo unos cuantos les creen y que, a pesar de lo mucho que se conoce, casi casi los colocan como beatos venidos a configurar una época donde estamos rodeados de altas mafias de poder, de corrupción que parece no tener límites, ni tiempo y ni sitios, donde los grupos se colocan chalecos de valemadrismo puro, con lujo de violencia hacen y deshacen a su antojo, disfrazando todo, colocando cerrojos y candados, empleando a sus pocos súbditos incautos que creen en discursos vacíos, retrogradas y sin ninguna visión más allá que la tiene frente a su propio espejo y cristal. El temor les corroe las 2 neuronas que les quedan…, viven del ayer como si fuera un acto de fe y contrariados, aburridos y obsoletos piden y exigen un mejor mañana. ¡Patrañas! Solamente “esos” se creen sus cuentos, y las replican para que les aplaudan y protejan. Los robots comprados convertidos en cuadrillas de soldados protectores han comenzado a darse cuenta -tarde- que esto no es un cuento de hadas, mucho menos un paraíso y peor aún, una evolución.
De lo anterior surge -infortunadamente- lo deportivo. En México atravesamos por un déficit de miles de situaciones tan claras como el agua cristalina que a muchos acomoda y a millones nos afecta y lo peor es que también ha sucumbido en las temibles garras del autoritarismo, quien no lo quiera ver de esa manera seguramente se ha visto beneficiado en algún momento por ser un lover más y defender lo indefendible. Por ello, cuando se da a conocer que la Auditoría Superior de la Federación pide a la Comisión Nacional del Deporte que explique dónde están o quedaron 377.1 millones de pesos de la cuenta pública de 2020, se centra básicamente en procesos de malos manejos, desviación de recursos, una serie de irregularidades, caos, proteccionismo, tráfico de influencias, etcétera, es donde debemos levantar la voz y exigir con claridad y con conocimiento de causa de los múltiples porqués por los que se tiene un detrimento en el deporte nacional que pareciera no tener fin. Ahh, pero no fuera para las fotos, las poses falsas y el argumento de que: -a mí nadie me pega, tengo a mi protector y benefactor- para tapar el desvío de recursos, donde se hicieron adjudicaciones directas de bienes y servicios sin justificación alguna y mucho menos bajo el régimen de licitación pública, situación que se castiga y penaliza a tope, pero acá el oscurantismo del S.XV o XVI pareciera renacer en ciertos personajes.
Es increíble cómo se conducen por la vida sin tener un ápice de arrepentimiento o bien de remordimiento, al contrario, pareciera que cada día se les favorece con el clamor de quienes levantamos la voz y señalamos con argumentos la cruda realidad. Continuo con el tema en comento, porque también se ha abierto la cloaca en la gestión de Ana Gabriela Guevara, quien, desde su llegada al organismo deportivo, solo ha abonado dimes y diretes y una exacerbada altanería y soberbia y complicidad permisiva para aceptar, dar visto bueno, firmar, generar y hasta disponer de recursos para la adquisición de bienes con características tecnológicas específicas, sin contar con la infraestructura necesaria para su óptimo funcionamiento; adicionalmente encubrir mediante la recepción de varios equipos de esta índole a entera satisfacción, aunque no eran ni los pensados ni buscados y en cambio, pues mejor se recibieron otros por los que se pagaron. Dentro de lo más inverosímil del caso, del tema vaya, es que en investigaciones recientes han arrojado como se realizaron pagos con recursos públicos federales en el ejercicio fiscal 2020, con la salvedad de que fueron por ejercicios correspondientes al ejercicio fiscal 2019, es decir, con que el pasivo estuviera debidamente contabilizado y sin la acreditación de haber recibido los bienes y servicios a entera satisfacción. Lo peor es que no se comprobó que los Comprobantes Fiscales Digitales (CFDI) expedidos por los proveedores cumplieran con los requisitos fiscales exigibles.
De verdad que cuando estoy en la computadora y se revelan estas situaciones da coraje y me cabrea -dicen en Sudamérica- porque hay más líneas y puntos que abren más coladeras tapadas, ocultas y viciadas, por eso no crece el deporte y sus representantes, y si no me creen bastaría comentarles y participarles que así también como desaparecieron a fuerzas el Fondo para el Deporte de Alto Rendimiento, también -y no es tema menor- se detectaron y tiene bien identificados pagos con recursos públicos a personas físicas que ni siquiera son miembros activos del Sistema Nacional del Deporte, y más aún -insólito- a algunos que no se acreditaron como profesionistas, especialistas o ya de perdis con experiencia reconocida en el campo de entrenamiento deportivo. O seaaaaaaaaaaa, un real y contundente desastre que, además, se aprecia cuando se han observaron inconsistencias en las cifras reportadas en la Cuenta Pública 2020. En palabras digeribles para ustedes y para mí, y como constantemente lo he manifestado, esto tiene demasiado y ojalá no se estanque, o lo oculten o lo manden al destierro. De todos modos, seguiré contándoles sobre el particular. La historia continuará…lamentablemente…
Pásenla bien!!!