SIN TON NI SON

Recientemente terminé de releer una novela escrita en 1991, “El mundo de Sofía” escrita por Jostein Gaarder, autor noruego de profesión filósofo. Ésta no sólo es una novela de misterio, sino que también nos presenta una historia completa de la filosofía desde sus inicios hasta la última década del siglo XX.
Esta obra trata de responder a preguntas trascendentales como: ¿Quiénes somos? ¿Por qué estamos aquí? ¿Existe el libre albedrío o estamos determinados por el destino? Son solo algunas de las preguntas con las que el autor invita al lector a reflexionar, al mismo tiempo que asiste a un curso de filosofía inmejorable a través de los ojos de Sofía, su protagonista (por cierto, Sofía en griego significa sabiduría).
De que nos lleva esta excelente novela, bueno resumiendo un poco: Sofía es una joven noruega que está a punto de cumplir 15 años, un día, al regresar del colegio, encuentra en el buzón una nota en la que aparece la leyenda: “¿quién eres?”. Esta es la primera carta de las muchas que recibe. Así es como la joven comienza, sin quererlo y sin saberlo, un curso de filosofía a distancia impartido por un misterioso profesor, Alberto Knox. Por otro lado, también recibe postales destinadas a una misteriosa muchacha llamada Hilde cuyo remite es Albert Knag, su padre.
La primera lección que recibe Sofía es sobre cómo surgieron los mitos. Los primeros humanos aludían a ellos para explicar los fenómenos naturales. Después, aparecieron los denominados como “filósofos de naturaleza”, que trataron de dar una explicación sobre el mundo y poner en evidencia las creencias mitológicas imperantes. Las siguientes lecciones que aborda el profesor están relacionadas con la filosofía antigua.
Entretanto, la joven Sofía descubre cual es la verdadera identidad de Alberto Knox y también se encuentra con una bufanda roja de Hilde.
Para conocer la filosofía de la antigüedad, Alberto le habla de Sócrates y su famosa frase “solo sé que no sé nada”. Otro día, Sofía recibe una lección sobre Platón, su teoría de las ideas y el mito de la caverna a través de una cinta de vídeo en la que el profesor recorre las calles de la antigua Atenas. Después, Sofía da un paseo por el bosque y se encuentra con la “cabaña del mayor”, y descubre que esa es la casa de su profesor de filosofía. Allí ve un espejo cuyo reflejo le devuelve un guiño. Finalmente, la joven toma la última clase de filosofía antigua y aprende sobre Aristóteles.
Durante unos días, Sofía no recibe cartas de Alberto y decide ir con su amiga a la cabaña del bosque. Allí encuentran postales para Hilde. Cuando se marchan, la joven se lleva el espejo a su casa.
La siguiente cita con el profesor de filosofía tiene lugar en una iglesia. Allí aprende que durante la Edad Media fue notoria la influencia de la religión en la filosofía. La joven descubre a filósofos como San Agustín y a Santo Tomás de Aquino, quienes terminaron por “hermanar” a la filosofía y la religión. El profesor pasa a explicarle a Sofía las figuras clave del Renacimiento y el Barroco. También, la filosofía dualista de Descartes y su famosa frase “pienso luego existo”. Más tarde continúa con la filosofía de Spinoza, que creyó que Dios había creado las leyes de la naturaleza que rigen lo que el hombre puede hacer.
Pero se me terminó el espacio y continuaré con mi relato la próxima semana.
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