GRILLANDO

Recuerdo que hace unos años cuando de la mano de mis queridos socios abrimos el restaurante-bar Hakunna en Toluca, las autoridades estatales y municipales fueron muy exigentes, checaron que en el lugar no faltará ni un solo señalamiento o medida de seguridad, que rentáramos un estacionamiento para no invadir la vía pública y principalmente nos hicieron poner un medidor de decibeles para que el ruido no excediera la norma permitida, eso entre otras medidas que en ocasiones eran excesivas pero que siempre cumplimos para no tener problemas con los vecinos. Por lo anterior, no entiendo lo que está pasando en la avenida Venustiano Carranza y zonas aledañas de Toluca donde los bares y antros se han salido de control pues se han convertido en tierra de nadie afectando principalmente a los vecinos de la delegación 7, 11 y centro, quienes a través de la reportera de El Valle, LAURA VELÁSQUEZ, exigieron a las autoridades municipales y estatales que se respete la regulación del ruido establecida en el Bando Municipal pues resulta excesivo y ha repercutido en su calidad de vida. Lamentablemente del Ayuntamiento no se puede esperar nada pues sabemos que inclusive son tolerados por ellos por lo que es momento de pedirle a la Comisión para la Protección Contra Riesgos Sanitarios del Estado de México que no se haga de la vista gorda y atienda las denuncias que los ciudadanos han hecho, inclusive muchas de ellas que también han hecho llegar a la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México y a la Procuraduría de Protección al Ambiente del Estado de México, pues la omisión al cumplimiento de la Ley está provocando que muchos vecinos vivan un infierno. Y ojo, yo no estoy en contra del desarrollo económico, pero si a favor de que los empresarios sean responsables y conscientes de que no pueden operar como cantinas de pueblo si están rodeados de vecinos. Así que esperamos que se ponga orden, que estos negocios entiendan que son bares y no discotecas, que deben preocuparse por sus comensales, pero también por los demás ciudadanos, de lo contrario que no se quejen cuando los estén cerrando. Que nunca se nos olvide la frase de don BENITO JUÁREZ de que, “el respeto al derecho ajeno es la paz”, principio básico de la convivencia social y las naciones, aquel que debe estar presente para que podamos vivir bajo el amparo de la Ley y no bajo el del capricho del gandalla y corrupto…………………………. LA GRÁFICA DE HOY del fotógrafo JAIME ARRIAGA, es de las condiciones en las que se encuentra el parque Juan Fernández Albarrán de la Colonia Universidad de Toluca que además de estar descuidado se ha convertido en un tiradero de basura de las viviendas y negocios aledaños. Y es que, como lo hemos venido diciendo, de junio a la fecha se ha registrado una degradación total en todo aquello que tenga que ver con los servicios públicos municipales pues es evidente que las autoridades dejaron de hacer su trabajo condenando a que nuestro municipio se caiga en ruinas. Tristemente las condiciones de este parque son la constante en todos los demás donde la infraestructura urbana está en completo abandono junto con montañas de basura que la gente sin educación deja y que la autoridad no recoge. Así que ojalá la próxima administración de Toluca tenga entre sus prioridades rehabilitar nuestras áreas verdes que hoy parecen pantanos, lugares que deben estar al cien por ser sinónimo de convivencia familiar y salud pero que hoy de plano son intransitables gracias a los que siguen burlándose del pueblo toluqueño………………………….. Y VA DE CUENTO A cincuenta metros de la playa, una chica, a punto de ahogarse, grita desesperada pidiendo ayuda. Una multitud de bañistas se acerca a la orilla a observar a la pobre mujer. En eso, un anciano de nombre GABO ZUÑIGA, que en su juventud practicó deportes se lanza al mar y con unas cuantas brazadas llega a rescatar a la chica; la toma con un brazo y con el otro nada de regreso. Al llegar a la playa, el octogenario, cansado, se desploma junto a la mujer. La muchacha se recupera de inmediato y se levanta mostrando un escultural cuerpo cubierto solo por un minúsculo biquini de hilo dental. Se acerca al anciano y coquetona le agradece: Buen hombre, no tengo con qué pagarle lo que hizo por mí… Recorriéndola con la mirada el viejo alcanza a decir: ¡Sí tienes, y mucho, el que no tiene con que cobrar soy yo!………….….……………. HASTA mañana con más GRILLANDO. Comentarios en Twitter en @pepenader y en [email protected]

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