Asaltan a vecinos de La Paz mientras policías roncan en patrullas

La Paz, Méx.- Nancy “N”, una ama de casa que cargaba a su niño de seis meses de edad, fue asaltada por dos sujetos cuando esperaba el pesero que la trasladara a su domicilio, en Lomas de San Isidro. Le quitaron 1,500 pesos en efectivo, su teléfono móvil y le golpearon el rostro, todo ello mientras policías municipales dormían la siesta en la patrulla tipo pick-up 21-201, muy cerca de donde ocurrió el atentado.
Los hechos se registraron el pasado fin de semana, cuando la mujer caminaba sobre la banqueta en la zona cerril de la localidad. Dos sujetos la interceptaron y le arrebataron el teléfono móvil y el monedero donde llevaba el dinero del gasto familiar.
A escasos metros del asalto se encontraba el tripulante de la unidad policiaca 21-201 adscrito a la Región IX, de seguridad pública municipal, quien dormía plácidamente en el espacio correspondiente al piloto.
Sin embargo, no es el único caso. El pasado lunes, poco después del mediodía, dos sujetos a bordo de un vehículo no identificado balearon a Carmen Rubí Xicopinca, integrante del área de Atención Ciudadana cuando repartía volantes en la colonia Lomas de San Sebastián.
De acuerdo con testigos presenciales, los presuntos responsables le dispararon hasta en ocho ocasiones, acertando dos de esos disparos en el abdomen y dos más en el brazo izquierdo de la víctima, a la que dejaron gravemente herida en las calles de la colonia mencionada.
De acuerdo a doña Maribel Cervantes, representante vecinal, la inoperancia administrativa del titular de Seguridad Pública (Braulio Martínez Palomares) se ha incrementado notablemente, ya que por una parte los policías utilizan las patrullas para dormir a plena luz del día, y en otros casos ni siquiera aparecen para prevenir la delincuencia.
Explicó la entrevistada que los guardianes del orden “son buenos” para detener borrachitos y jóvenes que se drogan en la vía pública, pero son incapaces de actuar como policía preventiva, ya que muchos de los ilícitos ocurren “en sus narices”, aunque en otras ocasiones forman parte de la delincuencia, todo ello ante la pasividad de la alcaldesa Olga Medina y el titular de Seguridad Pública.