Salvador Cienfuegos advirtió al cártel H-2 sobre investigaciones

Ciudad de México.- El general Salvador Cienfuegos advirtió al H-2 de las investigaciones en curso que realizaba el gobierno de Estados Unidos en contra del Cártel y del uso de testigos e informantes, lo que incluso derivó en el asesinato de un miembro de esa organización criminal, porque Juan Francisco Patrón Sánchez, su líder, equivocadamente creyó que estaba ayudando a las autoridades de aquel país.
Estados Unidos no confiaba en el general secretario de la Defensa, Salvador Cienfuegos y por eso, los operativos de alto perfil en los que participaba cualquier agencia de ese país, se coordinaban con la Marina.
Fueron Marinos quienes el 9 de febrero de 2019 abatieron a Juan Francisco Patrón Sánchez, el H-2 en un enfrentamiento que duró dos horas.
En la acusación contra Cienfuegos enviada por el fiscal Seth DiCharme a la juez de la Corte del Distrito Este de Nueva York, Carol Amon, se asegura que cuentan con testigos que les informaron de las operaciones del Cártel H-2, su regular empleo de la violencia para traficar drogas, el uso de sobornos para asegurarse de la protección gubernamental que incluía la defensa frente otras organizaciones del tráfico de drogas.
La Fiscalía de Estados Unidos vinculó al exsecretario de la Defensa, Salvador Cienfuegos, con el cártel H-2, grupo con orígenes en el grupo Beltrán Leyva, con el que se coludió para traficar miles de kilogramos de droga a Estados Unidos, según los documentos judiciales.
Las autoridades estadounidenses informaron que el dinero recibido del narco aseguraba que los agentes de seguridad mexicanos arrestaran y torturaran narcotraficantes rivales, liberaran miembros del Cártel H-2 de cártel, y la habilidad de conducir su actividad delictiva narcotraficante y de tráfico de armas y violencia.
Además, el beneplácito del general Cienfuegos permitirá al grupo narcotraficante asegurarle que el ejército no actuara sobre el cártel, que los militares iniciarían operaciones contra organizaciones rivales, ayudar en la expansión de territorio controlado hacia Mazatlán y Sinaloa.
El gobierno estadounidense llevaba desde agosto de 2019 con la acusación sellada. Desde entonces agentes de la DEA, la agencia antinarcóticos estadounidense, y el departamento de justicia de Estados Unidos trabajaban para ver cómo detenerle.
En sus memorandos, los fiscales estadounidenses aseguran que tienen mucha evidencia que corrobora su acusación, incluyendo “miles de mensajes de Blackberry interceptados”.