¿Y las acciones del gobierno de izquierda?

Quiero decirles a todos mis queridos lectores que simpatizan con AMLO que en este espacio se ha propiciado la pluralidad y el respeto; ahora como en gobiernos anteriores, con esta columna que casi cumple 14 años, hemos tratados de ser críticos al procurar la veracidad de los razonamientos dejando fuera las burlas, porque no es nuestro deseo evidenciar la mofa ni propiciar humillación, sino señalar el error donde en muchos casos, proponemos su solución.
Pues con este marco, vale la pena reflexionar que la mayoría de los mexicanos votaron por un cambio en lo que se hacía en gobiernos anteriores, con corrupción, abusos de poder, simulaciones y nepotismo; se votó por un gobierno cercano al pueblo, con empatía hacia los que menos tienen y sin compromisos con los intereses del poder.
Algunos se dieron cuenta, por algunos puntos que se colocaban en el debate, que AMLO estaba prometiendo más de lo que podía y que muchos de sus ideales, se iban a quedar en el mundo etéreo de las ideas. Por ello no votamos por AMLO. Algunos otros muy respetables, votaron porque quisieron creer o creyeron ciegamente en un modelo de político que cambiara este barco a la deriva llamado México.
Estoy seguro que muchos creen en que las ideas de López Obrador suenan bien, el querer estar cercano a la gente, el procurar a los desprotegidos y grupos vulnerables, el generar posibilidades parejas para todos. Sin embargo, en estos casi 2 años de gobierno morenista, se ha quedado todo aquello en palabrerías.
Deseamos que se apoye a los que en este confinamiento han perdido su empleo, pero el programa que se eliminó y se creó para la “productividad” es insuficiente, no solo en el monto imperceptible, sino en el mecanismo. Tenemos ahí al apoyo que a quedado en el 30% porque la mayoría de los pequeños empresarios ven insuficiente el monto y el mecanismo resulta complicado; en ese mismo caso y porcentaje se encuentra el apoyo para las trabajadoras del hogar.
Bancos, todos neoliberales a los ojos del gobierno federal, procuraron a sus cuentahabientes para que no pagaran sus hipotecas y sus adeudos por 4 meses. Empresas grandes, medianas y pequeñas han procurado pagar sueldos aún a pesar de no ser productivos. Es decir que los personajes señalados por AMLO como sus adversarios, miembros del poder conservador, han resultado más cercanos a la gente, más activos en la idea morenista que aquel que lo promoetió.
No ha habido estímulos en la luz, en el gas, en las contribuciones, en algunos impuestos federales. Al contrario, el SAT no amplió sus plazos para declarar impuestos y, aunque bueno, ha cobrado las cuentas atrasadas de grandes empresas.
No ha habido ayuda de nada. Andrés Manuel en la crítica ve adversarios en lugar de opiniones. En empresarios que se reúnen solos observa comparsas y complots. Donde se les solicita ejemplos y responsabilidad, el sale del confinamiento con capricho. Donde AMLO ha dicho que “no robar ayuda para que no dé coronavirus”, su director del IMSS Zoé Robledo se enferma de COVID. (Cabe abonar que el antecesor de Zoé, renunció y declaró de la corrupción que impera en el gobierno morenista)
Muchos queremos que AMLO haga lo que diga, que accione lo que prometió, que si tiene arrebatos sea en favor de la responsabilidad con la gente que votó por él y que si hay oposición a sus ideas debata en el mismo tono, porque la prensa somos opinión y no adeversarios.