Fomentan empuntado de rebozos en Zumpahuacán

Zumpahuacán, Méx.- Casi colindante con el estado de Michoacán en el municipio de Zumpahuacán, la señora Marta se dedica desde pequeña a empuntar rebozos, artesanía y prenda de prenda de vestir tradicional proveniente de la zona sur de la entidad mexiquense, pero labor de empuntar es cada vez menos preciada y poco valorada, no obstante, la promueven entre las niñas, niños y hombres para dar continuidad, indicó la artesana.
Lo que nació como una actividad para generar recursos para mantener a la familia y con ello, continuar una de las actividades artesanales más representativas y cada vez menos apreciada en México, las más de mil empuntadoras que se encuentran en la localidad de San Pablo Tejalpa, Santa Cruz Atempa y San Pedro Guadalupe, la impulsan entre las nuevas generaciones y el sector masculino, con el objetivo de darle continuidad y que la tradición prevalezca.
La empuntadora, mencionó que una puntada sencilla requiere de tres días de dedicación mientras que las más difíciles o extensas, que son para concurso o exhibiciones conlleva hasta 7 meses de trabajo diario en el que dedican hasta 8 horas de sentarse y dar forma al empunte, que puede llevar letras, figuras, flores y demás diseños todo depende de la creatividad de la persona.
Las artesanas y punteras dedicados al empuntado de rebozo dedican tiempo entre sus labores cotidianas como, cuidar a los hijos, los animales, tareas del campo, hacen tortillas, recolectan leña para hacer la comida e incluso, hasta recolectan agua porque los servicios públicos aun no llegan hasta sus hogares, algunos situados en la lejanía de los cerros.
La artesana mexiquense, platicó que la labor de empuntar es complicada después de muchos años, pues tanto tiempo sentados deja problemas en la columna, la vista y cansancio, porque la punta es el detalle final de los rebozos que dan el toque de elegancia, sin embargo, como en todas las artesanías, mencionó que la gente no quiere pagar o casi quieren que les regalen el trabajo, lamentó.
En estas comunidades, subrayó que las mujeres empuntan rebozos ajenos, lo que hace que solo les paguen el tipo de punta aplicado, sin embargo, son pocas mujeres que son dueñas de la prenda, lo que les genera más recursos.