SIN TON NI SON

Esta vez me voy a referir al origen de tres palabras, totalmente ajenas entre ellas, sin embargo, por sus características me ha parecido interesante mostrarlas a todos los lectores:
MAZURCA. Es el nombre de cierta música y danza polaca, propia de la provincia de Mazovia (Mazowsze). El nombre en polaco es mazurek y fue tomado del gentilicio de esa provincia mazur. La palabra pasó al ruso, país por excelencia de grandes músicos, como mazurka, y llegó a ser conocida en el resto del mundo bajo este último nombre, al punto de que las piezas de este género del compositor polaco Federico Chopin —que era oriundo de Mazovia— se popularizaron en Europa occidental bajo este vocablo ruso: Mazurka. La palabra aparece por primera vez en el Diccionario de la Academia en la edición de 1884 bajo la forma mazurka, y solo a partir de 1899 se adoptó la grafía actual, mazurca (sin k).
ADRENALINA. La adrenalina o epinefrina es una hormona secretada por las glándulas suprarrenales, así llamadas por estar ubicadas encima del riñón. En situaciones de estrés, las suprarrenales segregan cantidades abundantes de esta hormona, cuya función es preparar el organismo para grandes esfuerzos físicos, estimular el corazón, elevar la tensión arterial, relajar ciertos músculos y contraer otros. La palabra adrenalina fue creada por el científico que logró aislar la hormona por primera vez, el bioquímico japonés Jokichi Takamine, quien compuso el nombre utilizando ad- (prefijo que indica proximidad), renalis (relativo a los riñones) y el sufijo -ina (que se aplica a algunas sustancias químicas).
ÁFRICA: Los griegos dividían el mundo en tres partes: Europa, Asia y Libia. En esta división Libia abarcaba toda el área que los griegos conocían del continente negro. Sin embargo, en tiempos del historiador Heródoto ya se conocían Libia (aproximadamente con su territorio actual), Egipto y Etiopía, como partes del tercer continente, conocidas por los europeos. Las dos primeras estaban habitadas por hombres blancos, mientras que Etiopía se describía como un «país de hombres de estirpe divina, de rostro quemado y profunda sabiduría». Etimológicamente, según algunos estudiosos, el nombre actual África habría sido desarrollado por los romanos, que lo tomaron del término Afri, nombre de un pueblo sobre el cual, desgraciada y paradójicamente, nada sabemos. Los romanos cuando llegaron a conquistar esa región llamaron Africa Vetus (África vieja) al territorio de Cartago, una vez que lo hubieron reducido a provincia, y Africa Nova (África nueva) a Numidia. Finalmente, el comentarista romano Servio Honorato, que estudió a Virgilio en el siglo IV de nuestra era, planteó una hipótesis según la cual el nombre del continente provendría del latín aprica ‘soleado’ o del griego aphrike ‘sin escalofríos’. Lo curioso que aquí se destaca es que este magnífico continente guarda aún tantos misterios que ni el origen de su nombre logramos conocer con certeza.
Comentarios: [email protected] Twitter: @_copitoo