EL VALLE DEPORTIVO

Mi carnalazo César Barrientos, en una de esas tantas charlas que tuvimos y seguimos teniendo con relación a la evolución de alcanzar mejores estrategias que impacten en aras de una dominante política deportiva en nuestra país, me dijo que por eso habría que seguir estudiando, para construir con base sólida esos ideales de los cuales sus cimientos serán la característica fundamental de una trascendencia altamente competitiva. Por eso apuesto, como él, a un cambio lleno de calidad…
Seguramente recuerdas cuando en edad escolar nos preparaban para la dichosa demostración de actividades que incluía una serie de detalles precisos durante una semana y que iban de la mano con las características de una planeación y al mismo tiempo con un motivo de evidencia del trabajo desarrollado durante el ciclo y que ponía a prueba a los docentes y donde por cierto era muestra inequívoca de que se habían realizado dos cosas: 1.- la compra de zapatos negros, tenis blancos, calcetas y en todo caso la actualización del uniforme, por aquello de que iba encogiendo la ropa y 2.- a conseguir el material para educación artística y educación física, que incluía de todo, colores de madera, lápices del 5, gomas, sacapuntas, etc., así como bastones, listones, papel lustre, crepe, y más. Pero era sinónimo de que íbamos conforme marcaba el calendario y con la misión cada día de aprender-aprendiendo. En su momento tal vez lucía forzoso y hasta tedioso, pero era sensacional desde la formación en filas, tomar distancia (sí, justo como ahora lo imaginas y evocas) al consabido conteo del 1, 2, 3; marcar el paso al unísono del: uno, uno, uno, uno; moverte al ritmo de la música de fondo y las instrucciones del docente.
Y que decir la demostración de E.F. que era todo un show aparte, en mi generación era absolutamente todo de blanco, y ni modo, a lucir las canillitas que a la fecha me acompañan (jajaja) con mis mejores arrestos y condición siguiendo el compás señalado, aprendido y desarrollado. Cómo olvidar la marcha de Zacatecas, y otras más que acompañaban nuestras rutinas de lo que hoy se conoce (en módica parte) como activación física, donde lo fundamental era mover el esqueleto (en mi caso) y abrir la mente y oxigenar el cuerpo para encarar la jornada diaria. Simplemente era sensacional. Años después, y ya en el ejercicio profesional tuve la oportunidad, curiosamente, de poner en práctica aquellos conocimientos, y ser testigo fiel del desarrollo del cuerpo humano a través de la activación física, e identificar que los proyectos, planes y programas en este rubro, deben ser para toda la vida, porque está claro que generaciones pasan y pasarán y esto debe seguir para abatir rezagos en este sector y al mismo tiempo incorporar trayecto de vida al corto plazo para beneficio del ser humano y la sociedad en general.
Y viene a colación porque desde hace algunos años se ha edificado el fomento, difusión e impulso del movimiento físico entre la población en general y desde este lunes hasta el domingo se llevará a cabo la denominada Semana Nacional de activación física, con la claridad que significa darle importancia y relevancia al denominado día mundial de la activación física que se celebra el 6 de abril, así que cinco días se prevén actividades en todo el territorio nacional, es decir, en las 32 entidades federativas, en las asociaciones deportivas estatales que conforman el Sistema Nacional del Deporte (SINADE), así como en las representaciones del IMSS, UNAM, IPN, INDET y organismos del sector privado.
Y como parte de las múltiples opciones que se tendrán en el país, hay una que me llama poderosamente la atención y se trata de un anuncio con motivo de la conmemoración en México del “Día Internacional del Deporte para el Desarrollo y la Paz”, efeméride decretada el 19 de agosto de 2013 por la Asamblea General de las Naciones Unidas. Asimismo, derivado de la resolución 67 / L. 77 de la ONU proclama el 6 de abril como el “Día Internacional del Deporte para el Desarrollo y la Paz”, fecha correspondiente al día en que fueron inaugurados en Atenas los primeros Juegos Olímpicos de la Era Moderna (6 de abril de 1896).
Y bueno ya que estoy encarrilado con el tema que me apasiona, vale mucho la pena compartirte estas líneas que tienen su base estructural en un portento de desarrollo profesional que ha impactado y que seguirá siendo, sin duda, el bastión efectivo para un crecimiento y desarrollo, no solo de la activación física y su entorno en celebraciones, actos y más, sino en aquel tránsito donde comienza la evolución de la Cultura Física, del deporte, de la recreación, donde tiene elevado impacto y trascendencia en el sector educativo y de salud. Sí ya sé que he insisto demasiado en el tema, pero hoy por hoy cuando protagonistas con voz autorizada para buscar elevar la calidad de una materia y otra como Bernardo Segura y Erick Morales, quienes en su afán de brindarle al deporte mexicano y un lugar preponderante en la nación y fuera de ella, nos debe poner a reflexionar nuestro accionar.
El tipo de cambios que hoy afrontamos obedece a una invitación “obligada” a sumar esfuerzos, a no claudicar y construir. Y si el caso pasa por cambiar tabiques viejos, con moldes abstractos y colocar nuevos, pues a hacerlo y que sea la historia la que juzgue y determine y no solo hablar por hablar. Me parece y creo que determinaciones en materia de vislumbrar cambios radicales que impacten y beneficien a la sociedad en política deportiva deben ser el impulso para aquellas, éstas y generaciones que vienen y necesitan un mejor panorama. Las propuestas con base en el bien común siempre serán bien recibidas y si su equivalencia es directamente proporcional al éxito, sin duda sentarán el tan ansiado y mentado valor de cambiar las cosas. Ojala que esto sea así. Al menos mientras tenga licencia en esta vida, seguiré pegado a estos lineamientos y con mi granito de arena por lo que surja al respecto.
Regreso un poco. La razón inicia en la escuela con la educación física y por eso hay que invertir en esos ejes centrales. Nada más bastaría darle una checadita a que es una asignatura única que combina la competencia corporal y física con la comunicación y el lenguaje. Es el punto de entrada hacia la práctica de una actividad física durante toda la vida; es una herramienta contra la lucha incansable contra el sedentarismo, la obesidad y las enfermedades cardíacas. Promueve la inclusión desafiando estigmas y promoviendo la superación de estereotipos. La práctica regular de una Educación Física de calidad mejora el proceso cognitivo y acelera su procesamiento.
Pásenla bien!!!