EL VALLE DEPORTIVO

“Hoy voy a hacer lo que otros no hacen, para que mañana pueda lograr lo que otros nunca hacen” Jerry Rice.

Todo está revuelto. Se respira un aire de incredulidad, temor, ansiedad, enojo, fastidio y hartazgo, entre otros. El caos nos ha azotado a todos por igual de alguna u otra manera; hemos sido parte de una historia distinta, diferente por donde se le vea y asombrados, apesumbrados, no nos ha quedado de otra más que seguir, cerrar filas, cambiar de aires, avanzar y no detenerse porque ya dolió demasiado; echar la vista atrás ni para el arranque, solo esas cicatrices que llevamos por dentro y por fuera permitirán emerger y superar toda situación, aunque tengamos presente a cada suspirar que puede ser el último jalón…y es así como en un abrir y cerrar de ojos nos encontramos ya en el cierre trimestral de 2021, año que al igual que el 2020, sin lugar a duda, son sólo la antesala de una nueva etapa de la humanidad, trayendo consigo esos anhelados y bienvenidos cambios, desarrollo, evolución, innovación, y desde luego, nuevas oportunidades.
Día con día, seguimos atestiguando una serie de transformaciones en el deporte y su administración; la forma en la que la autoridad y secuaces “trabajan” y venden un inverosímil discurso de apoyo, entrega, fortalecimiento, limpieza, que no son más que oscuros deseos y pasajes macabros para intentar deslindar responsabilidades y ocultar lo exagerados y siniestros malos manejos. Por ello, he insistido -y seguiré haciéndolo- en que se debe contar con personal altamente calificado para las responsabilidades de la administración deportiva del país y llevarlo a mejor puerto, con cauce y salida eficaz de los proyectos, con planes y programas, así como una alta calidad y efectividad de los recursos económicos y de la infraestructura, capacitación, actualización y profesionalización de todo el sector. Todo ello era, es y será la prioridad máxima para sanear el sistema. Mientras existan personajes que solo destruyan sueños y anhelos de cientos de deportistas, entrenadores, asociaciones y federaciones, no habrá progreso y solo se les hincharán sus arcas dejando en desventaja a quienes se han partido el alma por la nación. Sin embargo, a pesar de todos los sucesos que conocemos del teje y mal manejo del deporte mexicano, y que, lamentablemente sigue de cabeza, ocasionando que el sector y todo lo que le rodea como nosotros, como tú y yo, nos preguntemos de forma natural y constante: ¿hacia dónde vamos?
La realidad de nuestros días nos obliga a no dejar pasar ni olvidar que la desaparición del Fondo para el Deporte de Alto Rendimiento (Fodepar) gracias al autoritarismo federal es una sinvergüenzada, mentada de madre y la punta de lanza para seguir maquinando cómo manipular y destrozar el recurso etiquetado para tal efecto, así que, mientras los pseudopolíticos sigan utilizando el deporte sencillamente para promocionarse, tratando de posicionarse en otros lares con cara de buena gente, pasando por encima de los auténticos protagonistas y sus familias, usando el sector con la mímica atroz con la que es evidente que han pretendido destruir con mentiras, con recortes a los presupuestos del deporte, argumentando sin ton ni son, tapando un hoyo para abrir cientos, dejando a la suerte a miles de personas dedicadas al deporte… no tiene nombre lo que están haciendo. Tampoco debemos hacer a un lado como ha sido tal la manoseada del gremio en su totalidad que basta tener presente la justa que apoyaba el desarrollo del deporte infantil y juvenil en nuestro país, la llamada Olimpiada Nacional, así como ahora los Juegos Nacionales, que está prácticamente agonizando, y una vez más desde el aparato gubernamental del deporte le han cerrado el presupuesto al mínimo y por supuesto que es visible que en el corto tiempo, para desgracia de mucha gente, deje de operarse y llevarse a cabo porque simple y sencillamente no le interesa a quien hoy esta sentadita en la silla mayor del deporte nacional, como títere del poder. Queda clarísimo que es patético todo lo que sucede. Sigo incrédulo ante la realidad, porque cuando echo un clavado a mis recuerdos y apuntes encuentro cómo en el ayer se llevaban a cabo certámenes, eventos, justas, detección y seguimiento de talentos, cómo a pesar de los problemas existentes se tenía el recurso sí o sí, llegaba el etiquetado y se repartía directo, sin intermediarios más que los establecidos en las entidades, etcétera. Simplemente no lo creo, es más, ¿en qué gastan? ¿dónde están esos recursos? ¿en qué se usan? ¿para qué?
Bueno, será este miércoles 6 de octubre -finalmente- cuando el presidente de México entregará los estímulos económicos a seis deportistas de manera simbólica mediante un cheque, y al resto les será depositado vía bancaria a los atletas. Y a decir de la titular de la Conade, el monto para todos los que participaron será de 240 mil pesos, y el extra también se les dará a los medallistas, de tal forma que van a recibir compensaciones distintas. Superior a eso la Comisión dentro de sus reglas de operación tiene tres millones de pesos para el oro, dos millones de pesos para la plata y un millón para el bronce.
Hago otra pregunta: ¿es creíble y normal esto? En fin, seguiré insistiendo en el tema porque México no solo merece sino debe tener un mejor modelo deportivo acorde con las exigencias con buenaventura y bonanza…ojalá!