EL VALLE DEPORTIVO

“La única discapacidad de la vida es una mala actitud” Scott Hamilton

En la mayoría de las ocasiones tener un cambio de mentalidad te puede situar en una mejor perspectiva, te motiva a moverte aun cuando tengas miedo, te impulsa a generar alternativas de beneficio personal y colectivo, te inspira a ser generador de armonía en busca de paz y equilibrio, te aumenta los niveles de acompañar y ser acompañado, te orienta hacia el horizonte para embestir al destino como venga, te abalanza lleno de miedos y sueños al vacío, pero ese que ni sabes si existe, te mantiene en orbita de un mejor despertar, te obliga, solidariamente, cada segundo, cada minuto, a dar el máximo, te hace casarte de tanta intentona, obviamente te hace reír y llorar, te desvela, se asoma el maldito insomnio, tu alimentación cambia, tus hábitos se vuelven diferentes, te eriza la piel a cada respirar, tus pulsaciones no son las mismas ni las mantienes igual, la comezón por todo el cuerpo parece que nos esclaviza a rascarnos eternamente aunque nos laceremos de más, te hace mirar atrás y valorar, sufrir y gozar pero te dice que adelante hay un camino menos espinoso, con aspiraciones de un valor real, honesto, limpio, puro y único, por lo que, solamente hay que escuchar lo que tanto nos grita el corazón y hacer equipo con la mente. Lo demás, ¡bah! es lo de menos, porque lo que ya fue ni cómo regresar las manecillas del reloj, pero lo que viene sin duda crea unas ganas inmensas de vivir lo mejor y más sanamente posible en todo sentido. Para algunos esto que parece paja y sin trascendencia debería sopesar y poner en práctica sus mejores dotes de inteligencia emocional, cuidados personales, salud mental y capacidad física unipersonal. En cambio, para quienes resulte atractivo, solamente continuemos por el camino del cambio, de la tenacidad y el esfuerzo por abrir las posibilidades en una sociedad mexicana que está ávida de un cambio en el deporte de nuestra nación.
En efecto, el deporte es generador y fuerte impulsor de paz, de acercamiento entre millones de seres humanos que apuestan al progreso social a través de la práctica de alguna disciplina o bien de una estrategia que involucre a todo tipo de deportistas. La mejor muestra está sucediendo en estos momentos con los JJPP allá en Tokio, donde vemos a cientos de personas que no se limitan en ¡nada! al contrario, los limitados resultamos otros, por eso y con motivo de esta justa, recientemente se dio a conocer a través del Comité Paralímpico Internacional la creación de un movimiento que debe incluirnos a todos para solventar, rescatar, fomentar, impulsar y desarrollar un mejor estilo deportivo a todos niveles. El denominado #WeThe15 tiene como misión (inicial) derribar por completo las barreras entre los seres humanos y permear en un mejor escenario deportivo a nivel mundial. La idea por sí sola es simplemente maravillosa, comienzan con un anhelado 15% de la población mundial que incide en los más de 1,200 millones de personas, que por alguna razón sufren alguna discapacidad y que infortunadamente no cuentan con todas las herramientas ni de trabajo ni deportivas. Por ello me parece que en este marco de la justa que mejor sitio para difundir un programa que deberían adoptar todos los países incluyendo el nuestro y olvidarse por completo de las viejas costumbres de relegar y/o sobajar o hacer menos a quienes siempre nos enseñan más cosas y que, evidentemente, necesitan una fuente de protección pero más aún de valoración y empuje, así como cuidados, acompañamiento, y mayor difusión, porque hoy en día no se trata nada más de cambiar el chip porque sí, más bien, porque hay que cambiar prioridades y el deporte lo sabe, porque el deporte es vida y esperanza, acercar, entender, y vivir la diversidad y la inclusión, pero no solo aquella de género, de raza, de sexualidad, sino reconocer, incorporar y revitalizar la discapacidad. Ese es el verdadero motivo que debe convocarnos a quienes amamos el deporte sin importar más allá, porque una simple idea bien definida en plan estratégico de difusión generará una sinergia de incorporar a las escuelas, colegios, universidades, entornos deportivos, escenarios públicos y privados, organismos gubernamentales en sus tres ejes, organismos descentralizados, iniciativa privada, etcétera, a cambiar la mentalidad y fomentar una mejor forma de vivir en armonía. Los reales vencedores de la vida somos todos, pero quienes suben a un podio olímpico y paralímpico merecen una mención aparte. Porque sus ejemplos nos deben servir de guía para orientar a nuestros hijos y alumnos y que impacte en la sociedad, que esto no genere ningún síntoma de violencia ni que se pobreteé al de silla de rueda, al de muletas, al de prótesis, y demás, no, ¡ni madres! esa era cuaternaria quedó en los libros de historia y ahora que tenemos en nuestras manos cambiar estos reales escenarios, no como una letra por otra, pues es de mayor relevancia mundial!
El deporte paralímpico, el movimiento como tal y sus deportistas son seres humanos por igual que tu y que yo, entonces el amor, amistad, hermandad, respeto, cordialidad, educación, nos exigen a brindar nuestra categoría de reconocimiento por y para ellos también en el deporte, no podemos seguir permitiendo actitudes de rechazo y discriminación, se debe incrementar la movilidad para ellos, la accesibilidad a diversas áreas y ámbitos, y rescatar sus valores que tanto nos enseñan, y quienes hemos convivido con ellos en sus ámbitos sabemos de lo que se habla, se piensa y se siente. Hoy en día, las medallas, sin que sea un tema menor, constituyen una fortaleza, pero lo esencial es que todos veamos y sintamos el deporte adaptado con normalidad. Cuando lo logremos estaremos en la misma línea de juego.
Pásenla bien!!!