EL VALLE DEPORTIVO

“Cuando gritas, rompes barreras, pero rompes mucho más que una hoja de papel” PEFULO
Hay personas que, en lugar de hablar, platicar, dialogar, hacen sus comentarios con gritos, sombrerazos y queriendo imponer su “lógica” que no tiene nada de ello, más que un dejo de imposición y evidentemente de regresión, situación que complica y a menudo, casi a diario imposibilita llevar diálogos en común y peor aún, coincidir en algo. Lamentablemente ese tipo de personas creen tener la razón absoluta y lo que emana de su boca se convierte en desfiguros mentales traducidos en lastimar, ofender, golpear y en ocasiones hasta humillar al otro u otros y la realidad supera la ficción porque si esto ocurre con amigos, parientes y familia, imagínense lo que puede suceder con aquellos que son simple conocidos y/o desconocidos. La siembra del mal hábito de no saber escuchar y menos expresar, así como imponer leyes porque así lo mandan, están lejos de surtir efectos de bondad, de asertividad y de empatía, nada de eso, al contrario, se genera lejanía y ausencia. Pero para ello solo basta que uno “les siga la corriente” para tener la razón a costa de todo, de todos y pasar por encima, incluso, de la propia familia. ¿Molesto? ¿enojado? ¿sentimental? Es más que eso, desilusionado y decepcionado y esta conjugación solo lleva a levar anclas hacia otro puerto y emprender el vuelo con vientos mejores, sin esperar nada como hasta ahora, solo la oportunidad de que el mañana sea mejor y que los otros se den cuenta de sus graves errores, aunque a veces sea demasiado tarde.
Queda pues de manifiesto que la actitud de los simpatizantes del Tri tanto dentro como fuera de nuestro país han seguido con la brecha que ha imperado desde hace mucho tiempo donde se han situado, traspasado y heredado actos reprobables y como siempre pasa en estos temas, sin un grado de afectividad por los demás y mucho menos por el balompié mexicano. Tema álgido, profundo de raíz, con una ramificación exorbitante que traspasa cualquier pensamiento y sentimiento, la emoción producida en enojo y tristeza y la mente pasando a dejar el mensaje que tu no puedes hacer eso. Lo peor del caso es que ante la avalancha de emociones y al calor de quien sabe que cosas, se dicen y hacen cosas que inmediatamente producen causa-efecto y por tanto tienen obligadamente reacciones, conclusiones y sanciones.
Tú y yo en algún momento de la vida llegamos, tal vez ni siquiera a gritar, aunque “normalmente” al vociferarlo lo hacíamos, expresar la palabra pu..o y tenía, tiene y tendrá demasiadas interpretaciones, aunque la realidad se llama como decían los viejos: una grosería y si la empleabas y te cachaban, amén de la corretiza alcanzada, la madrina que te ponían y la osada frase de: “te voy a lavar la bocota con jabón para que aprendas y dejes de hablar así” y otras más, arrojaba como resultado después del ajuste de cuentas, un arrepentimiento, lágrimas de cocodrilo resbalando por tus mejillas, desgreñado, con las pompas enrojecidas de los cuerazos, y el sentimiento a flor de piel porque sólo era una palabra, un gesto, un ademán, algo sin sentido… y en efecto, causaba tanto estupor que daba miedo decirlo y si pasaba de nuevo sabías a lo que te exponías: castigo!
Y eso es justamente lo que va a pasar muy pronto con el futbol mexicano como consecuencia de esos cientos y miles de aficionados que se reúnen en un estadio a echar gala de sus efervescencia y demostrarla como sea, por supuesto hay unos que solo visten colores tradicionales en sus prendas, caras pintadas, sombreros, comida típica, y las clásica chelas (en el mejor de los casos) pero hoy en día todo es tan abstracto que confunden la alegría con la ignorancia, la sapiencia con la ofensa, la risa con lo callado, y lo peor de toda esta mezcla es que ni siquiera aceptan la palabra RESPETO! y mucho menos a la diversidad, que dicho sea de paso te dejo esta explicación que aparece en la página oficial de Unicef.Org que dicta: [El respeto a la diversidad es una habilidad profundamente interpersonal, y se puede definir como el entendimiento de que las personas participan paritariamente en un mundo ético común, en virtud de su condición humana, al tiempo que se reconoce la singularidad y diferencias de cada individuo.]
¡Cómo no enojarme con todo esto de manera personal y colectiva, si cada vez que anuncian que NO debemos gritar ni decir esa palabra en el estadio ni en otras condiciones, pareciera que es como darnos la libertad de hacerlo cuando y donde sea y ya ven que no, a nada estamos de observar una dura sanción que afectará al futbol mexicano, a nada! Aaaahhh pero que quienes lo hacen y se esconden en los tentáculos del pulpo sigan gritando: “eeeeeeeehhhhhhh pu…”