EL VALLE DEPORTIVO

No he sido partidario ni de los despidos, ni de los ultimátums, porque causan mucha confusión, desorden y hasta ansiedad. Se llega a transformar el entorno en pesimismo y en una aberrante idea de estar en el lugar y con gente equivocada, que tal parece que gozan de la desgracia ajena y toman esas condiciones como una pseudo fortaleza que no hacen más que demostrar su inferioridad y la pequeñez de lógica, pero así es esto.
Los buitres bajan raudo y veloz a devorar y arrasar con lo que queda de uno. Los de tierra son capaces de vender el alma ajena como si se tratara de un acceso inminente a la gloria y están muy equivocados porque es precisamente ahí cuando la pobreza profesional no distingue y agarra parejo, según, aunque tú y yo sabemos que el hilo se rompe regularmente por lo más delgado y por lo más fácil.
Soy un convencido del trabajo y su continuidad, ese que da resultados, confianza y alternativas de desarrollo y crecimiento, pero también soy un consciente de que sin ellos difícilmente puedes seguir tu labor y lo mejor es hacerte a un lado. Pero también está la claridad de que, con quienes te rodeas se llegan a “cansar” y ya no jalan parejo y eso obstruye y echa todo por la borda con la clara consigna de “cambiar de aires”, incluyendo los lazos afectivos al olvido y al desagradecimiento que dicho sea de paso pulula en cualquier esfera de la vida. Esta condición, en la mayoría de las ocasiones genera que haya una marcada situación de pender de un hilo y a razón de un grupo, a veces mayoritario y en menos ocasiones los menos, pero siempre latente por donde se le vea.
Con el cese de Hernán Cristante del timón del Toluca, se abre una brecha de muchos dimes y diretes y de aquellos artífices que lograron la peor cacería de que tenga recuerdo acá en la capital del Edomex, de un técnico. Digo, recuerdo aquellos pasajes ochenteros cuando no daban una y venían los relevos de inmediato y con características, decían, de bombero para apagar el fuego, calmar las aguas turbias y evitar un descenso. Hoy es más que eso, porque la cabalidad de un trabajo implica entrega, pasión, defensa y amor propio y colectivo, entonces cuando uno de estos ejes falla, no hay más que hacer y si a esto se le suma antipatía, y desorden y rompimiento, pasa lo que hoy vemos.
No se trata de ser predicadores ni alquimistas ni mucho menos, pasa por saber que un técnico es tan rico con muchos puntos como tan pobre con pocos, que producen una avalancha de quejas y antipatías, y que si no da triunfos adiós! aún cuando tengas un respaldo especial en tus creencias y filosofía y entrega máxima. Pero la realidad no se puede tapar con un dedo y son los resultados y uno que otro tema extra cancha que originaron la salida de Hernán. Yo lo veía venir hace unas jornadas y alcance a ver en los partidos cierto dejo de algo…de hartazgo, de no sé qué, pero que lo único seguro era que el camino llevaba a un corte laboral porque no había ni hay de otra. Los técnicos tienen su renuncia en la bolsa del pantalón cada semana y se juegan su chamba con resultados, con puntos y funcionamiento. Esta vez ya no hubo para más. Qué lástima, pero es real.
En otro Valle, será este próximo 3 de marzo cuando se lleve a cabo la XVII carrera en las Barrancas de Urique, en el municipio del mismo nombre, ubicado a más de 7 horas de la capital de Chihuahua, evento que da vida al Ultra maratón Caballo Blanco, donde el gran reto sirve para que los rarámuris midan sus capacidades para participar en uno de los grandes desafíos de la vida deportiva, además de que la extenuante prueba contará con la presencia de más de mil corredores de la región, de México y de muchos países.
El recuerdo nos obliga a pensar en la ultra maratonista Lorena Ramírez, chihuahuense que a partir de tomar parte de esta competencia y ganarla, acudió a varios certámenes de corte internacional poniendo de manifiesto que no solo se trata de Cultura Física sino la combinación con lo cultural, educación, salud y turismo, situación incluso que ha abierto la compuerta para que más corredores de diferentes partes del orbe vengan a nuestro país a experimentar esta condición.
En lo personal celebro mucho la oportunidad de que quienes recorran los 80 kilómetros de que consta en el Ultra maratón, así como aquellos que se decanten por los 42 km., lo harán con la firme convicción de llevar un mensaje de paz y armonía entre las etnias, razas, cultos y preferencias, además de resaltar que el esfuerzo físico brinda seguridad a quienes están en contacto con el deporte. Mención aparte merece que derivado del monto recaudado por inscripción, servirá para apoyar y respaldar a la comunidad rarámuris, con costales de maíz, entre otros temas.
Y por si esto fuera poco, para seguir fomentando, promoviendo y difundiendo este magno evento, el sábado 2 de marzo también incluirán distancias para niños acorde a sus edades y así seguir incentivándolos para adentrarlos a las actividades deportivas, a través de la llamada Carrera de los Caballitos.
Para cerrar, quiero extenderles una felicitación muy amplia a ese par de herederos de la marcha mexiquense y nacional, Jefferson Daniel Segura Zepeda y Brandon Bernardo Segura Zepeda, quienes el domingo pasado intervinieron en la edición VII del Campeonato Centroamericano de Marcha en Guatemala, alcanzando top 5, siguiendo con una ardua preparación y dedicación, porque buscan afanosamente alcanzar el sitio que merece nuestro país en la especialidad. Ambos saben que tarea no es nada fácil ni sencilla y si, en cambio, continuar y superar lo hecho por su señor padre Bernardo Segura. Enhorabuena y a seguir bregando por alcanzar los sueños que seguro estoy, llegarán muy pronto.
Pásenla bien!!!