EL VALLE DEPORTIVO

“te los traigo en la noche…” esta frase ha retumbado en todo mi ser a lo largo de poco más de 33 años de forma permanente, porque fue la respuesta que me dio mi padre a mi petición de que me comprara unos tenis de esos de la palomita. Yo estaba estudiando el último año de preparatoria y pues quería mi tan ansiado calzado deportivo de moda.
Fueron por lo menos unas 5 horas esperando que se encendiera el alumbrado público que anunciaba que la noche había caído, por tanto, solo espera escuchar el singular sonido que emitía el automóvil de mi Papá para salir despavorido a gozar de mi tan anhelado sueño.
No bajé de inmediato, espere a que se instalará como todas las noches a la mesa en la cocina para cenar y “echar chal” con mi madre y fue entonces cuando se iluminó mi habitación con el grito característico de: “…Pedrínnnnnnn, baja!” Uffffff, entonces el corazón a mil pulsadas, a punto de estallar de emoción. La escalera la bajé en un par de brincos. Y…
Oh sorpresa, no veía por ningún lado una caja, o una bolsa o algo que semejara a “mis tenis”, a cambio en la mesa estaba un folder, sí, de ese color beige. Me cae que lo miraba y no distinguía que ahí estaban mis tenis. “…ábrelo…léelo…” neta que no sabía ni qué, estaba iracundo, triste, absorto, melancólico, no sé, lo que acaba de leer, digo, lo entendía pero no lo comprendía. “…ahí están tus tenis…ve a ganártelos!…” pump!!!, mi corazón se hizo pasita, un par de lágrimas se asomaban en las ventanas de mi rostro, el paso de la saliva me supo a hiel, me temblaron las manos y obvio el folder y el contenido parecían maracas. Miré de reojo a mi madre y asentó con la cabeza. Entonces no había más, estaba hecho!
Aquél agosto de 1986 marcó el ritmo acelerado de mi educación y de mis profesiones. El folder lleva consigo un nombramiento de horas clase de educación física a desempeñar en la Escuela Secundaria Oficial No. 8 “Manuel C. Bernal” de San Buenaventura, Toluca. Entonces a partir del 1 de septiembre y como prueba inequívoca de que mi iba a comprar yo mismo los mentados tenis y so charlas con mi madre quien me alentó a no decaer y me pintó un escenario a futuro, puse mi empeño, dedicación y sobre todo mucho esfuerzo para lograr el objetivo, sobre todo porque era estudiante y ya trabajador al mismo tiempo.
Al principio lloraba en silencio en mi habitación, yo no quería trabajar, obviamente renegaba, pero mi orgullo pudo más convencerme y levanté el vuelo…me calcé los arrestos de trabajo, pants, playera, tenis, silbato y reloj al cuello, y a darle! Confieso que el inicio, como todo, hasta perturbador resultó pero quería ir a la tienda deportiva por esos “#$%& tenis y disfrutarlos a tope. De septiembre a diciembre no había paga, hasta que llegó el cheque. Ya te imaginarás como me puse, cual loco feliz a dar de saltos y lo único que deseaba era regresar a casa para ver a mis padres y así fue. Ellos estaban comiendo, recuerdo como si fuera ayer, ahí mismo en la cocina, entonces, feliz con mi primer cheque se los enseñé y se lo acerqué a mi padre, quien me dijo: “…ahora sí, ya sabes lo que es ganarse el dinero…ve a comprarte los tenis y lo que quieras…” snifff, snifff y más sniffff!
A partir de ese año, han transcurrido 33 de manera ininterrumpida en diversas responsabilidades al servicio de la sociedad, mismo que he compaginado con mi otra pasión y seguiré mientras la vida, Dios, el destino o lo que quiera que sea mientras me dan chance…

Y es así como en el ejercicio educativo, deportivo y de comunicación he tenido la fortuna de servirte, y me honra tu dispensa de amistad. Hoy cuando el deporte pasa por momentos álgidos, donde la Educación Física tiene que volver a ser un pilar importante en la formación del individuo, en que la Cultura Física tiene el eje fundamental para abolir vicios a cualquier nivel, donde el fomento, difusión y promoción del deporte en todas sus estructuras llevan un aliento de esperanza, no queda más que redoblar esfuerzos, seguirse preparando y estar a la par de las exigencias y obviamente no pasar en vano en este globo terráqueo.

Cierro con una extensa felicitación para los deportistas que acudieron a los Juegos Parapanamericanos allá a Lima, Perú, y que tuvieron una muy destacada participación. Ellos siguen demostrando esa constancia que les caracteriza y que infunde un millón de buenos augurios para la evolución del deporte mexicano sea cual sea su práctica. Se quedaron con el tercer puesto del medallero general con un total de 158 medallas, de las cuales 55 son de oro, 58 de plata y 45 de bronce, apenas 3 doradas los separaron de los representantes de USA en el segundo peldaño, situación que promete más y mejores cosas para el futuro mediato. Brasil se quedó con el primer puesto demostrando su hegemonía en estos lares. Lo decía hace poco y lo reitero: lo mejor está por venir…

Pásenla bien!!!